Con perdices de granja no vale ganar

A.S.G.
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La presencia de perdices de granja entre las piezas capturadas en el pasado Autonómico de Caza Menor con Perro, celebrado en Mengamuñoz, obliga a repetir el campeonato. Se disputará en León

Un perro, tras capturar su presa. - Foto: Diario de Burgos

De nuevo toca repetir el Campeonato de Castilla y León de Caza Menor con Perro. Se disputó el pasado fin de semana en Mengamuñoz, pero los resultados se han tenido que anular.La culpa, una protagonista inesperada, la perdiz de granja. Un 'polizón' con el que no se contaba pero que ha desvirtuado la competición. Una curiosa historia que volverá a llevar a los competidores de nuevo a verse las caras sobre el terreno, aunque en esta ocasión el terreno será otro, León.Porque nadie asegura que lo ocurrido no vuelva a ocurrir. Y lo que ocurrió es una historia rocambolesca y podría decirse que insólita.

Como estaba mandado se citaron los campeones provinciales, subcampeones –en el caso de Ávila fueron Isidro Hernández Antonio Jiménez Gil– y los vigentes campeones de Castilla y León en el cazadero de Mengamuñoz para la disputa del XXXIIICampeonato de Castilla yLeón de Caza Menor con Perro en una cita en la que todo parecía favorable, desde la meteorología a la buena presencia de perdiz roja pero también de conejo y liebre. Un cazadero de confianza y garantías, como ya ha demostrado muchos años y en el que recientemente –comienzos de octubre– había albergado la IICopa San Huberto con la presencia de 65 participantes procedentes de toda España. Y sin saberlo, aquí comienza esta historia.

«Sabíamos que podía haber quedado alguna perdiz de granja de aquel día. Teníamos la sospecha, pero no la certeza» empieza relatando Claudio Sánchez, presidente del Jurado de Competición en el pasado Autonómico. «El campeonato se desarrolló con total normalidad y una vez que entraron –las piezas capturadas– en control fue cuando produjeron cinco reclamaciones al campeonato» comenta ante lo ocurrido cuando se ofreció la primera clasificación provisional. Se avisó a un técnico, a un veterinario abulense, «que in situ no era capaz de darnos una respuesta al cien por cien y con la máxima certeza de la procedencia genética de las perdices». No querían quedarse con la duda. «Nos remitimos a un catedrático de Lleida y una vez mandado el informe pudimos constatar que varias de las perdices capturadas dieron genética de granja».Ante esta certificación «decidimos anular la prueba, que se volverá a repetir el próximo sábado en un coto de León para que vayan todos los cazadores en igualdad de condiciones» han encontrado como solución en la Federación de Caza Castilla y León a todo lo sucedido. «Confiemos en que allí no tengamos perdices de granja» ironiza sobre lo ocurrido Claudio Sánchez.

¿Ypor qué había perdices de granja en el cazadero de Mengamuñoz? Hay que explicar que las competiciones San Huberto se desarrollan con perdices de este tipo dado que su manipulación es más sencilla. «En estas pruebas, que suelen ser en época de veda, sin actividad cinegética, se 'siembran' tres perdices. Dos se pueden abatir por parte del cazador concursante y la tercera es la que se llama 'de respeto' a la que no se la puede disparar. Por cada participante se supone que una perdiz, como mínimo, sobrevive. Lo que ocurre es que esas perdices tienen una esperanza de vida muy corta».La naturaleza hace el resto.Algo que no ha ocurrido en esta ocasión en Mengamuñoz, benevolente con aquellas supervivientes del 8 de octubre de la Copa San Huberto. «Alguna de ellas dio muestras de bravura» explica, dado que ninguno de los jueces que acompañan a los cazadores «manifestó nada cuando llegaron al control.Las impugnaciones procedieron todas ellas de los participantes».