Vicente García

El buitre de colores

Vicente García


Animales tirados en contenedores y las minas amenazantes

07/04/2022

Hay que tener mala sangre, poca sensibilidad o simplemente poseer una mente perversa para echar animales vivos en un contenedor y cerrar la tapa después. Y esto en Ávila, aunque no suele ser muy común, sí que ocurre de vez en cuando; aunque hay que sospechar que los casos conocidos son sólo unos pocos de los que tienen lugar en la realidad y que nunca se llegan a descubrir.

Ya no es por la multa que le podría caer al autor si es descubierto, que según la actual normativa puede ir desde los 30.000 a los 100.000 euros según la gravedad de la infracción, sino porque el elemento o elementa que es capaz de hacer esto demuestra que tiene un alma oscura y bastante perversa.

Por suerte también existen otros 'seres de luz' cuya conciencia no les permite ver sufrir a ningún ser vivo y a veces por casualidad y otras por algún aviso fortuito, han conseguido rescatarles de entre la basura, salvarles de perecer asfixiados entre las inmundicias humanas o morir de forma horrible triturados por la máquina que recoge y despedaza los residuos al echarlos al camión de la basura.

Por supuesto que no me estoy inventando nada. Son varios casos los que conozco personalmente, algunos de cachorros de perros tirados en bolsas de basura directamente al contenedor y a los que los gemidos casi inaudibles procedentes del mismo les han salvado la vida; recuerdo también otro de un gato casi recién nacido cuyos maullidos de auxilio fueron escuchados levemente, y un alma caritativa estuvo rebuscando en el contenedor hasta que lo rescató. Hoy día es un felino rollizo y hermoso que vive con su adoptante en total paz y felicidad.

El último es de hace sólo unos días, un pato casi adulto tirado a otro contenedor lleno de mierda en la zona sur de la ciudad y que tras ser salvado y llevado al veterinario con conjuntivitis severa por la cantidad de porquería que tenía adherida a la cara, poco a poco se va recuperando y aprendiendo a nadar de nuevo. ¡Dónde le tendrían metido al pobre pato!

...Y reflexionando sobre la vida de ciertos animales y la perversidad de algunos humanos hacia ellos, leo también en la prensa que regresan las movilizaciones contra las minas en nuestra provincia, aunque realmente nunca han parado, y que tras la aparición del expediente minero denominado Polonia 1.152 (otro más de los muchos que hay por ahí mimetizados entre boletines oficiales), se han recogido miles de firmas y peticiones en contra y cuya campaña sigue viva con previsión de reuniones informativas y movilizaciones especialmente en las zonas afectadas por esta nueva amenaza. Además se realizará una jornada especial de "testing" para localizar especies vulnerables en los terrenos señalados por las cuadrículas mineras, a través de la iniciativa de Biodiversidad Virtual.

La falsa premisa de la creación de puestos de trabajo con este tipo de extracciones a cielo abierto ya nadie se la cree, salvo los promotores que tratan de lavar así su imagen, como queda demostrado en las explotaciones ya existentes, y con la gravedad añadida de que se esquilma la tierra para llevarse el material a lugares lejanos como fábricas de cerámica o azulejos que es donde realmente se genera riqueza a costa de nuestra materia prima y la destrucción y contaminación del terreno extractivo.

Pero lo que más irrita de este asunto es que se ignora casi por completo a la gente que vive allí, a la que a veces ni se consulta y se atropella vilmente con una desfasada ley de minas que permite hacer tropelías y que hay que democratizar y actualizar a los tiempos actuales.

Por suerte los habitantes e hijos y nietos de los municipios afectados ya no se callan como hace años, ni se dejan avasallar fácilmente como en tiempos pasados; algo que han demostrado las diferentes plataformas de "No a la mina", siempre en una lucha muy desigual en cuanto a poder mediático, en la que las hormigas parecen no poder vencer al gigante, a no ser que se conviertan en una verdadera marabunta capaz de hacer milagros.

Y es que la naturaleza y su defensa, tanto de los animales como del territorio, necesita de almas puras, de mentes sanas y sensibles, de cerebros no tóxicos que comprendan la realidad de que si destrozamos el suelo y contaminamos el aire y el agua, estamos hipotecando nuestra propia salud y el futuro de nuestros descendientes.

No seamos tan egoístas. :-(

ARCHIVADO EN: Multa, Ávila, Polonia