La figura del 'prejubilado en activo' en el fútbol corresponde a esos jugadores que en un momento dado de su carrera, al borde del abismo de la retirada y en pleno ocaso, deciden buscarse un retiro dorado lejos de la alta competición. O dicho en castizo breve: menos presión, más pasta. Pero sucede que el caso de Cristiano Ronaldo ha reventado todos los parámetros conocidos: nadie en su situación eligió una presión menor (la Liga de Arabia Saudí no está entre las 100 mejores del planeta) ni cobró un sueldo mayor, más de 200 millones de euros anuales.
Excesivo y arrogante («Cobro un sueldo único porque soy un jugador único», aseguró el día de su fastuosa presentación), el luso ha elegido primero la cifra y mucho después la competición. La Saudí Pro League tiene 140 extranjeros de un total de 570 jugadores, y un valor total de mercado (335,35 millones, según Transfermarkt) similar al de solo un equipo de la Premier League como el Brighton & Hove Albion y ligeramente superior al de todo el Villarreal (tasado en 328,70 según el mismo portal).
«Terminar tus días allí es decir abiertamente al mundo que el fútbol te interesa mucho menos que el dinero» era parte del durísimo editorial que el periódico portugués A Bola dedicaba a su paisano el día que se confirmaba el fichaje por el Al-Nassr. Y sí, tal vez el de Cristiano es el casi más desmesurado, pero no es ni mucho menos el primero ni será el último: muchas otras figuras a lo largo de la historia eligieron el camino de la 'extraña jubilación' para poner el punto final a sus carreras.
Genios
El malogrado Pelé fue el primer gran caso: ya tenía 35 años y estaba retirado cuando se vio obligado a calzarse las botas de nuevo para superar unos problemas financieros que le habían llevado a perder casi todos sus inmuebles. Tenía ofertas en firme de Juventus o Real Madrid (le daban 15 millones de dólares), e incluso de Milan y América de México, pero eligió una Liga mucho menos competitiva, la estadounidense.
Allí firmó dos temporadas por el Cosmos de Nueva York, y su fichaje permitió la llegada de mitos 'de retirada' como Beckenbauer, Carlos Alberto o Chinaglia… y también las puertas del feudo de los Giants: de una asistencia media de 45.000 personas se alcanzaron máximos de 78.000. Por cierto, el estadio Príncipe Faisal Bin Fahd donde juega el club de Cristiano tiene una capacidad de 28.000 espectadores… y la media de asistencia era de 3.418 antes de la llegada del astro portugués.
Casi a la vez que el brasileño, el luso Eusébio cuajaba una carrera repleta de fichajes 'random' por todo el mundo tras salir del Benfica:Boston, Buffalo, New Jersey o Las Vegas en Estados Unidos, Toronto en Canadá o Monterrey en México... siempre contratos de un año buscando el mayor rédito económico posible. Incluso previamente un mito como Alfredo Di Stefano tuvo una 'jubilación' muy extraña lejos del Real Madrid:sus dos últimas temporadas en activo las vivió en el Espanyol (del 64 al 66).
Los mejores jugadores de la historia (de momento Leo Messi se resiste y sigue instalado en la gran élite con el PSG) han tenido siempre retiradas raras, a priori alejadas de su categoría:Johan Cruyff, por ejemplo, después de maravillar en el Ajax y el Barça, pasó por Los Ángeles y Washington, pero también por el Levante antes de terminar sus días en el Feyenoord, el gran rival histórico del Ajax. Y Maradona no encontró el retiro dorado o un lucrativo 'cementerio de elefantes' donde decir adiós, pero su paso por el Sevilla antes de despedirse en Newell's fueron dos etapas con las que nadie contaba.
¿Logrará 'CR7' revitalizar la competición? ¿Reventarán los saudíes el mercado? El dinero todo lo puede en el fútbol (hemos vivido un Mundial en invierno), pero no hay que olvidar que el último intento, la Superliga China, quedó en agua de borrajas.