David Herrero Muñoz

El sacapuntas

David Herrero Muñoz


Invernávila

06/11/2022

Al igual que en Invernalia, famosa provincia de 'Juego de tronos', en Ávila podríamos adoptar su famoso lema «El invierno se acerca». Por estas fechas pasamos del fresco al frío, aunque, por mucho que bajen las temperaturas, a los abulenses nos cueste tanto reconocer que nos estamos congelando. Es cierto que ya no caen nevadas como las de antes, hasta las rodillas y más allá, pero eso no significa que ahora no suframos aquellos temidos temporales, eso sí, esta vez con un carácter político. 
No es el frío, la nieve o el hielo lo único que nos asemeja a la tierra de los Stark. Si nos adentramos en nuestras familias políticas, vemos como no compiten exclusivamente por reinar o gobernar las instituciones locales, como si fuesen los siete reinos descritos en la famosa saga por el escritor estadounidense George R. R. Martin, sino que en el interior de ellas también se desencadenan luchas de poder dignas de ser relatadas como si de fantasías literarias se tratasen.
Invernávila, con ese decorado medieval que ofrece nuestro maravilloso casco histórico, y que tanto lucimos y disfrutamos propios y extraños en nuestro 'Mercado de las Tres Culturas' cada primer fin de semana de septiembre, se ha convertido en el mejor escenario para representar las intrigas palaciegas, o mejor dicho, intrasedes, que han conducido, por ejemplo, a la desmembración de los dos principales partidos, Partido Popular y Partido Socialista, siendo el primero de ellos hegemónico hasta hace no tanto tiempo en este noble asentamiento castellano. 
 En 2019, fue Sánchez Cabrera, actual alcalde, el que abandonó su estandarte, cambiando la capa azul por otra amarilla, asumiendo la bandera del terruño como grito de guerra. No parece, al menos desde fuera, que esto haya tenido como consecuencia el sosiego y la paz interna en la corte simbolizada por la gaviota. Curiosamente no percibimos que las divergencias sean únicamente por encabezar proyectos, más bien, paradójicamente, por todo lo contrario. Liderar la lista para el Ayuntamiento es una patata caliente que no todos están dispuestos a coger, por comodidad, o para no quemarse políticamente, lo que nos indica que no siempre, por mucho que nos digan, lo primero es ponerse a disposición del partido, para arrimar el hombro, aunque haya sido ese mismo partido el que te lo ha dado todo. 
 Hace cuatro años los amarillos presididos, al menos teóricamente, por José Ramón Budiño, tuvieron que confeccionar una lista sin mucho margen de tiempo, contexto muy favorable para el asalto oportunista de personas que ni de lejos, se habían visto en otra similar para acceder a un cargo público representativo. Ahora la situación es muy diferente, y el reforzamiento natural de la candidatura va a dar menos oportunidades a algunos de los que están, con lo que la posibilidad de que no se vuelva a contar con ellos, por lo que me cuentan, no les está gustando demasiado. 
 La ruptura del PSOE de Ávila, con la expulsión de seis diputados en la Diputación y la salida de  dos concejales en el Ayuntamiento de la capital de sus correspondientes grupos políticos, parece que va a llevar consigo la irrupción de nuevas fuerzas que van a disputarse el mismo espacio electoral. Veremos cómo se desarrolla la contienda, en la que nada indica que vaya a haber claros ganadores pero sí varios perjudicados, e incluso algún cadáver, no se asusten, político.
 No se presagia que otras familias, con capas naranjas, moradas o verdes, consigan un elevado éxito en el tablero de juego, pero, ya se sabe que, con poca representación y buena estrategia, se puede tener gran influencia, aunque, por interés personal, no se termine siempre aprovechando.
 En los mentideros políticos, se habla, se dice, se rumorea, que puede haber nuevas alternativas que traten de asaltar el bastón de mando de la capital de la provincia, con lo que la paleta de colores podría ampliarse. Ojo, ya se sabe que, una cosa son los deseos e ilusiones y otra muy distinta la triste realidad que finalmente sale de las urnas. En cualquier caso, como sucedió con Por Ávila en 2019, cuidado con las sorpresas, que al igual que las meigas, haberlas haylas.