Ávila acogerá el miércoles 7 de diciembre, enmarcada en la programación de la celebración del IV Centenario de la canonización de santa Teresa, una representación teatral inspirada plenamente en la vida y la obra de la mística abulense, concretamente en la dura lucha que tuvo que librar contra la ortodoxia religiosa reinante, una pieza titulada Descalzas que tiene la peculiaridad de que cuenta entre sus actrices a reclusas del Centro Penitenciario Madrid I Mujeres de Alcalá Meco, y también la de que vivirá en nuestra capital su última puesta en escena, tras conocer un notable éxito en varios escenarios de Madrid y en el Festival Internacional de Almagro.

La teniente de alcalde de Empleo, Industria, Comercio y Turismo del Ayuntamiento de Ávila, Sonsoles Prieto, y el concejal de Turismo, Carlos López, presentaron ayer esa cita cultural, acompañados por Elena Cánovas, directora de Teatro Yeses, y por el actor abulense Rubén Cobos, que forma parte del elenco.

Sonsoles Prieto, que destacó ese hecho de que Ávila sea el cierre de la gira de esa obra, explicó que Yeses, la compañía encargada de poner en escena la obra, «nació en 1985 en el centro penitenciario madrileño de Yeserías, con el objetivo de utilizar el teatro para facilitar la reinserción de mujeres reclusas; desde 1997 tiene su sede en el centro penitenciario de Alcalá Meco, dando continuidad a un proyecto que ha sido galardonado con varios premios, entre ellos un Premio Max».

Carlos López, por su parte, informó que la obra, que se escenificará en el Lienzo Norte a partir de las 19,30 horas, con las entradas al precio de cinco euros, será un «viaje en el tiempo hasta el convento de la Encarnación en el año 1578, cuando la tranquila vida de Teresa de Cepeda y sus hermanas se ve alterada por la llegada de un inquisidor, y también por la del hermano Juan de Yepes, que acaba de fugarse de la prisión a la que habían condenado a los hermanos descalzos».

El texto de la obra, que dirige Elena Cánovas, lo firma Julieta Soria, y al mismo dan vida «una decena de actores y actrices, entre ellos el abulense Rubén Cobos, y en ella se cuenta con la voz de Máximo Pradera en el papel de Dios». 

Final esperanzador. Elena Cánovas comentó que «es una obra que tiene un final muy esperanzador, a pesar del conflicto  que plantea en el convento de la Encarnación cuando llega fray Juan y las hermanas le guardan porque viene huyendo del santo oficio; ellas le van a transformar para que no le encuentren, pero allí va a llegar un inspector de la orden del Carmelo, que estaba dividida entre los descalzos (más austeros y a los que pertenecen Juan y Teresa) y los calzados, y también una rivalidad entre dos personajes femeninos muy importantes, la princesa de Éboli y santa Teresa; son dos mujeres que chocan cuando la primera llega a la Encarnación y se produce un choque de personalidades, aunque finalmente se apoyan porque son dos mujeres válidas y van a unirse».

Rubén Cobos, que aseguró estar muy contento porque «es una oportunidad muy buena de volver a mi ciudad, donde hace mucho tiempo que no actuaba», explicó que en esta obra se mete en la piel de Jerónimo Tostado, «el malo, un personaje de la época que es un visitador de la orden que pertenece a los carmelitas calzados,  está totalmente en contra de la doctrina de santa Teresa y al mismo tiempo busca a san Juan de la Cruz, que está escondido en el convento y pone todo patas arriba.

El reparto total, añadió, «lo formamos cuatro actores de fuera del centro penitenciario, dos hombres y dos mujeres, y seis actrices que por la noche van a dormir a la prisión, donde se realizan los ensayos, y para ellas significa una oportunidad muy importante el poder hacer teatro. Venimos con mucha ilusión y creemos que la obra a gustar mucho al público abulense».