Contra la despoblación y para aupar el patrimonio

I.Camarero Jiménez
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Cuatro amigos han recorrido 20 leguas (casi 97 kilómetros) en tres etapas y con las que hanvisitado 18 pueblos morañegos en una iniciativa bautizada como 'Los Pasos Perdidos'

Contra la despoblación y para aupar el patrimonio

Cuatro hombres valientes, pero también nostálgicos y reivindicativos, han emprendido recientemente y por tierras abulenses, 'su patria chica', un camino con el que llamar la atención sobre la España Vaciada y sobre la despoblación pero también sobre el rico patrimonio que atesora la provincia.

Los andarines, que son José Antonio Gallego, Miguel Angel Gallego , José Luis Blázquez  y Roberto Gil, han bautizado a la ruta como la de 'Los Pasos Perdidos' y han salido y llegado desde Papatrigo, lugar de origen de los tres primeros (a los que se sumó Gil, de origen barraqueño). Por delante 20 leguas, es decir  96,56 kilómetros, repartidos en tres etapas y pasando por 18 localidades, cuentan a Diario de Ávila. De algún modo se trataba de reproducir las rutas de años pasados, quizá no tan lejanos, pero en los que los paisanos, en el desarrollo de sus trabajos, transitaban por itinerarios entonces no tan solitarios.

Hablan de leguas como medida antigua de longitud que, al fin y al cabo, es la distancia que una persona puede recorrer caminando durante una hora (hagan las cuentas 96,56 kilómetros entre 20, que son su equivalente en leguas... pues poco menos de cinco kilómetros). La idea de recorrer ese camino viene de lejos, ya que en 2019 realizaron la que bautizaron como 'La Ruta de los Pastores', también en Ávila, pero es que entonces sintieron algo especial, algo emocional, evocador, nostálgico...Así pues ahora recuperan los recorridos de los paisanos de antaño, caminos en desuso porque: «Cada vez hay menos gente que habita en nuestros pueblos» y la que queda se mueve en vehículos, lógicamente.

Sensibilizar es la finalidad, y hacerlo sobre la despoblación que amenaza esa España Vaciada, pero especialmente en la provincia de Ávila y en la zona morañega. También había otra intencionalidad y era poner en valor el patrimonio, ese rico paisaje y paisanaje que por suerte nos sigue acompañando.

Los pasos perdidos se plantearon en tres etapas, a modo de diseño circular, con salida y llegada desde Papatrigo y pasando por Narros de Saldueña, Muñomer del Peco, Viñegra de Moraña, Crespos, Rivilla de Barajas, Fontiveros, Cantiveros,Donjimeno, Langa, Aldeaseca, Don Vidas, Tornadizos de Arévalo, Arévalo, Vinaderos, Nava de ARévalo, Tiñosillos,Pedro Rodríguez y Cabizuela.

 Un buen recorrido para conocer la Moraña en profundidad.Para los cuatro andarines fue a la par que gratificante, triste. Grato por el recuerdo de la infancia y juventud; triste, por la despoblación que ha venido después.

Tras cada etapa reconocen que llegaban exhaustos y los estragos hacían mella cada día en forma de agotamiento, dolores, ampollas. Pero claro «el entusiasmo compensaba con creces los inconvenientes». ¿El resultado? La satisfacción y el quedarse con las caras de sorpresa y admiración de aquellos que se fueron encontrando en su recorrido.