Arranca una nueva campaña de excavaciones en la Sierra

Redacción
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Terra Levis, con el apoyo de Diputación y Junta, continúa «alumbrando» la 'época oscura' con trabajos arqueológicos en el Palomar, Chamartín, y La Coba, San Juan del Olmo"

Arranca una nueva campaña de excavaciones en la Sierra

Terra Levis, el área de investigación del Museo Abierto de las Sierras de Ávila y el Valle Amblés (un proyecto de arqueología cuyo objetivo fundamental es la supervivencia del medio rural), ha puesto en marcha, con el apoyo de nuevo de la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León, una nueva campaña de excavaciones arqueológicas en el yacimiento de La Coba de San Juan del Olmo, dando continuidad a los trabajos desarrollados en los años 2020 y 2021. Los objetivos planteados, explicó el arqueólogo Juan Pablo López, responsable del proyecto, buscan «profundizar y obtener nueva información histórico-arqueológica sobre la necrópolis y el poblado, al tiempo que se pone en valor el patrimonio cultural de la Sierra de Ávila». 

El sitio arqueológico de la Coba se incorporó al inventario arqueológico de la Junta de Castilla y León en el año 1993, y desde entonces varias han sido «las intervenciones que se han desarrollado en el lugar, la mayoría de ellas orientadas a la prospección superficial, la puesta en valor del sitio y su musealización». Los trabajos iniciales se prolongaron hasta el año 2012 y durante su realización se documentaron 81 tumbas repartidas en cinco focos en la vaguada del río Almar, situada a algo más de un kilómetro aguas abajo de la Ermita de Nuestra Señora de las Fuentes. Además se incorporó la señalética que permite la visita autoguiada a los focos I y II de la necrópolis. 

Las últimas intervenciones realizadas en el sitio corresponden al grupo de investigación Terra Levis, quienes desde el año 2020 desarrollan excavaciones arqueológicas y prospecciones geomagnéticas del sitio.

Estas intervenciones, siguió explicando Juan Pablo López, tuvieron como objetivo «la documentación del despoblado y unidades domésticas asociadas a la necrópolis de La Coba». Para ello, se llevaron a cabo «cuatro tareas complementarias: en primer lugar, la limpieza exhaustiva de la capa vegetal; en segundo lugar, la realización de una prospección mediante georradar; en tercer lugar, la realización de una planimetría completa del entorno que incorporase tanto la necrópolis conocidas como las estructuras domésticas documentadas; y por último la excavación».

El resultado más importante fue el descubrimiento de una compleja aldea de época altomedieval compuesta por al menos diez unidades domésticas, de las cuales se excavó en tres; asimismo, «se exhumó un importante conjunto de objetos arqueológicos, que incluyen uno de los pocos broches de cinturón liriforme conocidos en la provincia y excavados en contexto, que denotan una cierta centralidad e importancia simbólica y política de La Coba».

Otro de los aspectos más importantes, añade el arqueólogo responsable de Terra Levis, «ha sido la obtención de dataciones radiocarbónicas que permiten aproximar la ocupación de la zona desde la segunda mitad del s VII hasta el X. Destacar que durante la última campaña fue descubierto un silo de cereal que contenía trigo y cebada, marcando el momento de abandono repentino del poblado en algún momento del S. X». 

el palomar. Al mismo tiempo, recordó, se están desarrollando excavaciones arqueológicas en el yacimiento del Palomar, ubicado en el término de Chamartín, un lugar del que «apenas se cuenta con información arqueológica. Por Antonio Molinero sabemos que uno de los verracos de La Mesa de Miranda apareció en este terreno a principio de la década de los años 30 del s XX, y además en la Real Academia de la Historia se conservan tres pizarras de época visigoda numéricas, dos de dibujo y un pequeño fragmento de texto. Cabe destacar que este yacimiento se localiza a escasa distancia del conocido yacimiento prehistórico de La Mesa de Miranda, lo que añade un enorme potencial arqueológico y patrimonial». 

El objetivo planteado por este grupo de excavación busca «reconocer la evolución de las estrategias de poblamiento empleadas en la Sierra de Ávila desde la Edad del Hierro hasta época Alto Medieval. La pregunta clave está en conocer por qué no se reocupa el castro en época romana o a partir del s VI-VII como si ocurre en otros castros del occidente salmantino. Además, se busca saber si la población de la Edad del Hierro trascendió los límites murarios del oppidum».

Las evidencias localizadas hasta la fecha, informa Juan Pablo López, «hablan de la existencia de un poblado repartido en tres núcleos, y la intervención de este año se está centrando en dos de ellos. El primero, con la excavación total de una estancia completa reconocible en superficie y el segundo en la realización de sondeos para el establecimiento de secuencias estratigráficas y cronológicas de ese espacio arqueológico».