La incertidumbre frena la contratación

Carlos Cuesta (SPC)
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La difícil situación que vive la economía, marcada por la alta inflación y el hundimiento del consumo, provoca que las empresas se anticipen a los próximos trimestres, que se prevén complejos, y decidan reducir y congelar sus plantillas

La incertidumbre frena la contratación - Foto: Imagen de yanalya en Freepik

El contexto actual de desaceleración económica y enfriamiento que se está produciendo en el tejido productivo, motivado por las altas tarifas energéticas y los elevados costes derivados de la inflación, está pasando factura al mercado laboral español que registra ya una importante congelación de las contrataciones de cara a final de año y, sobre todo, a principios de 2023.

La incertidumbre está obligando a los responsables de recursos humanos a frenar los planes que había de incrementar las plantillas laborales a medio plazo, a pesar de que el balance de los últimos meses se ha caracterizado por una expansión moderada de facturación y de volumen de negocio.

En este escenario, los economistas alertan de que el sector empresarial se está anticipando ante una posible recesión que, si bien entienden que puede ser leve y que dure solo unos meses, sin embargo puede tener un efecto directo en el cierre de sus balances de este año y del primer trimestre de 2023, por lo que prefieren mostrar cautela a la hora de gestionar tanto la partida de inversiones como la de gastos.

Según un informe publicado por la consultora KPMG, una buena de los máximos responsables de las grandes empresas del país con importantes volúmenes de facturación se muestran pesimistas con la marcha de sus negocios en dos los próximos trimestres y no descartan que la economía española entre en recesión, como alguna otra de la eurozona, por lo que una de las decisiones más inmediatas que han adoptado es congelar temporalmente las contrataciones previstas para estos meses. De hecho, el análisis sostiene que un 52% de los responsables de personal declara que ha paralizado los planes de ampliación de plantilla y un 48% sostiene que lo está sopesando para no perjudicar la marcha de sus negocios.

A medio y largo plazo, en torno al segundo y tercer trimestre de 2023, las expectativas económicas son mejores, puesto que consideran que el próximo año si, finalmente, se termina la guerra rusa de Ucrania la economía podría iniciar la fase de recuperación en toda su magnitud, incluido también todo lo relativo a la contratación de trabajadores.

Entre las medidas que los empresarios están adoptando desde hace ya unos meses para no perder rentabilidad y seguir manteniendo sus cuotas de mercado están las de incrementar la productividad, reducir los costes a los mínimos niveles posibles en la cadena de suministro, reducir las plantillas a lo estrictamente necesario y fortalecer sus estructuras de funcionamiento mediante técnicas de digitalización y apostando por la diversificación.

Una de las inversiones que sorprende pero que, según los economistas, resulta muy eficiente es la partida en ciberseguridad para evitar gastos imprevistos ocasionados por los ataques de los hackers en un momento de gran debilidad financiera y, sobre todo, de inestabilidad.

Fin de un año negro

Hasta ahora, el mercado de trabajo español se caracterizaba por sufrir una debilidad extrema al que cualquier acontecimiento externo impactaba de lleno pero, en esta situación de inestabilidad y desaceleración provocada por la alta inflación, se ha impuesto la prudencia para que la compleja situación no arrastre a toda la industria a una profunda crisis. 

La clara desaceleración de la economía también ha incrementado la sensibilidad de los empresarios por retener el mejor talento de sus estructuras e, incluso, apostar por perfiles que ha desechado el mercado por el impacto del efecto inflacionista y el aumento del coste de la vida.

En definitiva, las empresas están destinando una buena parte de sus medios a la mejora y la eficiencia de los recursos para asegurar los resultados financieros y la rentabilidad.