Caja Rural de Salamanca espera aumentar su negocio un 22%

E.C.B
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La cooperativa de crédito presentó el Plan Estratégico para el trienio 2019-2021, aprobado por el Consejo, con el que pretenden también incrementar la inversión crediticia en un 28%, los depósitos en un 15% y las operaciones fuera de balance un 34%

Caja Rural de Salamanca espera aumentar su negocio un 22%

La cooperativa de crédito Caja Rural de Salamanca presentó este viernes el Plan Estratégico para el trienio 2019-2021, aprobado por el Consejo, con el que la entidad financiera salmantina pretende alcanzar un crecimiento en su volumen de negocio del 22 por ciento, así como el incremento de la inversión crediticia en un 28 por ciento, un aumento de los depósitos del 15 por ciento y un crecimiento de las operaciones fuera de balance del 34 por ciento.

“Esperamos cumplir estos objetivos dentro de tres años a través de un plan muy estudiado y pensado”, explicó el presidente de Caja Rural de Salamanca, Ernesto Moronta, para quien los fines principales del Plan Estratégico se enmarcan en “satisfacer las necesidades de nuestros socios y ser una entidad de referencia en nuestra zona de influencia”, que comprende las provincias de Ávila, Salamanca y Valladolid.

Todo ello a través de “un modelo de banca universal donde la calidad del servicio y la sostenibilidad son primordiales”, y en el que priman “la transparencia, la estabilidad y la integridad para lograr crecimiento, eficiencia e innovación”. Además, también se continuará “apoyando a las exportaciones a través del área especial con el que apoyar a nuestras empresas en el mundo” y se abrirá “alguna oficina más dentro de nuestro ámbito de actuación”, tras la realización de “un estudio pertinente” para elegir la localización idónea.

Moronta desgranó el Plan Estratégico de Caja Rural de Salamanca para el próximo trienio durante la presentación de los resultados obtenidos en el ejercicio 2018, en el que la entidad obtuvo un resultado después de impuestos de 4,86 millones de euros, un dato “excelente” a pesar del decrecimiento del 3,1 por ciento con respecto a 2017 porque “el beneficio de 2018 es mucho mayor al no incluir las plusvalías por la adscripción de la Caja al mecanismo de protección”.

No obstante, el presidente de Caja Rural de Salamanca destacó tres datos de entre los arrojados por los resultados de 2018, que se someterán a aprobación por la Asamblea General de la entidad previsiblemente el 12 de abril. Por un lado, la ratio de morosidad, que volvió a reducirse con respecto a 2017 hasta situarse en un 2,35 por ciento, “uno de los mejores datos a nivel nacional” al estar muy alejado del 6,08 por ciento de ratio de mora de la media española, con una ratio de cobertura del 79 por ciento, también por encima del 62,5 por ciento de media nacional.

También significó el presidente de Caja Rural de Salamanca el aumento de la solvencia de la entidad en un 21,84 por ciento, lo que supone un aumento del 3 por ciento con respecto a 2017 y que sitúa a la cooperativa de crédito como “una de las entidades financieras más solventes del país”. Por último, Moronta destacó el incremento del margen de intermediación, “que es donde de verdad se mide la cuenta de resultados”, y que se situó en este 2018 en 13,11 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1,5 por ciento con respecto a 2017.

El resto de datos del ejercicio 2018 los desgranó la directora general de Caja Rural de Salamanca, Isabel Martín Arija, quien comenzó situando en 1.688,45 millones de euros el volumen de negocio de la entidad el pasado año, con un incremento del 2,61 por ciento con respecto al ejercicio anterior. "Se cumplió con la expectativa porque nuestro objetivo era de crecimiento”.

Un crecimiento que también se experimentó en el resto de variables, con un aumento del 1,7 por ciento en los depósitos hasta situarse en 870,75 millones de euros, un incremento de la inversión crediticia normal del 2,9 por ciento, solo superado a nivel nacional por el Banco Sabadell o Bankinter, hasta llegar a los 537,91 millones, y un aumento de la rúbrica fuera de balance del 6 por ciento para alcanzar los 279 millones de euros.

También crecieron los fondos de inversión un 8,8 por ciento, logrando llegar hasta los 178 millones de euros, y mejorando el “comportamiento plano” de la inversión colectiva, que creció “solo un 0,1 por ciento”, así como la inversión en banca privada, donde las cifras alcanzaron los 27 millones de euros con un crecimiento del 4,9 por ciento con respecto a 2017.

A todo ello se suma la aportación al fondo de educación y promoción para fines sociales y apoyo cooperativista, que se situó en 518.517 euros, el aumento en un 4,88 por ciento de la financiación a empresas hasta llegar a los 146,36 millones de euros, y el crecimiento del negocio de comercio exterior en un 6,31 por ciento para alcanzar los 83,83 millones de euros.

Se dio además la bienvenida a 2.738 clientes nuevos, se realizaron 42 millones de transacciones por canales digitales, lo que supone “más del 50 por ciento de las transacciones totales de la caja”, y se mantuvo la paridad en la cooperativa de crédito, puesto que el 51 por ciento de los 188 trabajadores de Caja Rural de Salamanca son mujeres.