Una prometedora y polémica propuesta

Miguel Villoslada
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El legendario Obi Wan Kenobi y su esperadísimo enfrentamiento con Darth Vader son el gran reclamo de la última miniserie de 'Star Wars' que no veíamos tras 'La venganza de los Sith'

Una prometedora y polémica propuesta

Después de 17 años, los fans de la saga galáctica por excelencia han tenido la oportunidad de volver a ver a Ewan McGregor como Obi-Wan y a Hayden Christensen encarnando al imponente Darth Vader en un enfrentamiento que no veíamos desde La venganza de los Sith, y contando con la voz de James Earl Jones. Con estos ingredientes y el bagaje de lo que ha funcionado mejor en las últimas entregas de Star Wars arrancó la serie de Disney + Obi-Wan Kenobi. Sobre el papel teníamos los ingredientes para una buena historia que rellenase el espacio entre las precuelas y el Episodio IV. Pero por diversos motivos hemos tenido una producción que tiene buenos momentos, pero envuelta por la polémica al añadir incongruencias a la saga. 

La historia comienza 10 años después del surgimiento del Imperio. Encontramos a Kenobi en Tatooine, atormentado por lo ocurrido y perseguido por los inquisidores, una orden que persigue a todos los jedi o seres sensibles la Fuerza. En esta época se mezclarán personajes como un joven Luke, al que Kenobi custodia entre las sombras, ya que los Lars no permiten que conozca al chico, y Leia, que tendrá gran protagonismo en la miniserie. El poder ver a los jóvenes protagonistas junto con algún que otro cameo, como el de viejos maestros jedi (no revelaremos quiénes) o al pérfido emperador son algunos de los elementos destacables.

A partir de este punto, tenemos una serie dirigida de forma bastante irregular por Deborah Chow, que ofrece un producto que cumple, pero que adolece de medios. No obstante, está bien sostenida por una correcta banda sonora y la gran interpretación de McGregor, que logra colocarse al nivel del Obi-Wan de sir Alec Guiness, y esto son palabras mayores. 

La ficción se deja ver, aunque está lastrada por algunos fallos de reparto, como haber desdibujado un poco a Darth Vader. También  hay errores en el guion que hacen que su encaje con lo que vendrá después -el combate final- sea un poco difícil de implementar. Muchos fans se sintieron profundamente defraudados con el enfrentamiento entre los dos antiguos amigos. Era el clímax de la serie y eso muchos no se lo han perdonado a la factoría Disney, con críticas despiadadas, cayendo la inmensa mayoría de ellas en la exageración. Como no podía ser de otra forma. 

Germen de la rebelión

Quitando estos problemas de continuidad, la serie posee elementos sumamente interesantes, como el germen de la rebelión, guiños y cameos que han hecho las delicias de los fans y una producción que, vista en conjunto, ofrece un resultado más que disfrutable. Todo esto hace encajar algunas de las situaciones planteadas durante el devenir de la trama. Y hay que añadir interpretaciones destacables que logran dejarnos una ficción que, en general, funciona y a la que puede acercarse todo tipo de público, aspecto que ha pesado un poco en el planteamiento general de la trama argumental de Obi-Wan Kenobi. 

ARCHIVADO EN: Star Wars, Disney