El Torreón de los Guzmanes acoge un año más el tradicional Belén de la Diputación Provincial, que con sus 200 figuras y más de 40 construcciones repartidas por una superficie de 40 metros cuadrados reflejan el sentir de esta provincia, a través de diferentes labores y una especial atención al sector primario, con esa cebada y trigo ya nacidos y el trabajo de los pastores, pero también con ese imponente torreón, imagen icónica de la sede de la institución provincial.

Este viernes fue inaugurado oficialmente por el presidente de la Diputación, Carlos García, acompañado por el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, y varios miembros de la Corporación provincial, y bendecido por el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo. Un Belén que, como indicó Carlos García, ofrece «un mensaje de alegría y de esperanza en estas fiestas tan especiales, pero también de responsabilidad a la que hacemos un llamamiento para que seamos conscientes de que la pandemia de la covid todavía no nos ha abandonado y se está recrudeciendo durante los últimos días, por lo que debemos atender a todas las llamadas de la autoridad sanitaria y ser conscientes de que la vacuna es más necesaria que nunca».

En la misma línea se expresó el consejero de Cultura que, además de agradecer a la Diputación la invitación para estar en esta inauguración de un Belén que «es motivo de alegría porque te retrotrae a la infancia, cuando montábamos el belén en casa, con la ilusión propia de la niñez», lanzó un mensaje de que «no hay ninguna excusa para que nos vacunemos, porque sabemos que la vacuna es la herramienta fundamental para que los contagios, peses a que van a más, no sean tan graves como en otras ocasiones; y de que mantengamos el uso de la mascarilla en aquellos sitios en los que está prescrito, a que nos lavemos las manos, guardemos la distancia de seguridad, ventilemos las estancias y evitemos las aglomeraciones. En este momento en el que llegan las fiestas navideñas es más importante que nunca cumplir las prescripciones sanitarias».

Javier Ortega también señaló que «es un Belén muy bonito y hay que invitar a los ciudadanos de Ávila y de la provincia a que vengan a verlo y disfruten de todas las actividades culturales que de mano de la Diputación, la Consejería de Cultura y Turismo y el Ayuntamiento de Ávila estamos programando. Hay una colaboración muy buena y muy diversa para que todos los públicos puedan sentir colmadas su ansias de cultura».

Por su parte, el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, saludó a todos los abulenses «con el deseo de una feliz Navidad y lo mejor en el año que nos llega» y se unió al mensaje del presidente de la Diputación y del consejero de Cultura y Turismo pidiendo «responsabilidad y cuidado, porque estamos en medio de una pandemia todavía y no podemos bajar la guardia. Es necesario ese sentido cívico de solidaridad y cuidado especialmente en estos días que vamos a estar con las personas que más queremos. Es un sentido de ayuda y como creyente quiero invitar a la oración para que pase este tiempo».

Un Belén, afirmó el prelado, «es un símbolo de esperanza en recuerdo de lo más grande que nos ha ocurrido, la venida del hijo de Dios, Jesucristo, y con él un estilo de vida que tenemos que seguir para hacer un mundo mejor. Deseo lo mejor para esta Navidad, especialmente a los más pequeños, los ancianos y los enfermos».

El Belén de la Diputación estará abierto hasta el próximo 5 de enero, en horario de 12 a 14 y de 17 a 21 horas.