Cero prejuicios, cero etiquetas

M.M.G.
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Los cerca de 80 alumnos de primero de Educación Primaria del colegio Pablo VI visitan estos días el centro de el Centro de Día 'El Cobijo', de Faema

Niños, usuarios de Faema, profesores y madres disfrutaron de una agradable mañana.

Cuando llega el fin de curso se suceden las excursiones fuera de las aulas.Son planes que los niños esperan como agua de mayo. Y más este curso, después de dos años de casi ausencia de ellas. Visitas a museos, salidas al campo, a parques de atracciones... Y también, por qué no, a centros especiales de empleo como 'El Cobijo', de Faema, que estos días abre sus puertas a los escolares del colegio diocesano Pablo VI.

Concretamente a los niños de primero de Educación Primaria, cerca de 80 pequeños de seis y siete años de edad que se acercan de una manera lúdica y entretenida al mundo de la discapacidad, eliminando barreras, suprimiendo estereotipos y echando por tierra los prejuicios que muchas veces todos tenemos en lo que a personas con discapacidad se refiere.

Para Julia, Adrián, Paula... los monitores que este martes les atendieron en El Cobijo, como Pablo, todo un enamorado del fútbol, eran eso, monitores, felices de poder compartir con ellos una mañana de juegos y un almuerzo a base de pizza.

«Estamos encantados de que vengan», comentaba a Diario de Ávila Inmaculada Pose, directora gerente de Faema, que reconocía que la propuesta había partido directamente del Pablo VI antes de la llegada de la pandemia.

Y ahora, dos años después -y aunque es cierto que ElCobijo ya lleva un tiempo recibiendo niños en sus instalaciones, en las celebraciones que allí se organizan- los escolares entran de manera organizada a unas instalaciones en las que pasar un buen rato entre amigos está garantizado.

Bolos, petanca, billar, futbolín, tenis de mesa, tres en raya gigante, fútbol... Lo cierto es que la actividad no paró durante toda la mañana en ElCobijo, que este jueves volverá a recibir a otro grupo de alumnos del Pablo VI.

«Esta actividad se enmarca dentro del Plan de Inclusión delcentro», apuntaba por su parte Jorge Barrera, director pedagógico del Pablo VI, un centro, sin duda, muy implicado con el tema de la discapacidad.

Por eso, los chicos que este martes se acercaron aElCobijo tenían ya nociones sobre la discapacidad. Así por ejemplo, Julia nos hablaba de un compañero con TEA, al que ayudan en todo lo que necesita. Y Adrián nos explicaba algo cohibido que las personas con discapacidad «necesitan ayuda».

Ellos lo saben y actúan para que esa ayuda no les falte, normalizando lo que ya debería estar normalizado y dando ejemplo a sus mayores.