La provincia de Ávila volvió a perder pensionistas en el mes de mayo, como ya lo había hecho en marzo y abril, aunque el ritmo de descenso se ralentiza respecto a los meses precedentes. Esta situación, que no es habitual y que se viene vinculando al impacto de los fallecimientos por la COVID-19 en personas mayores y al cierre de las oficinas (la atención presencial se recuperó el 25 de junio), deja también menos pensiones que en las mismas fechas del año pasado, una reducción que términos porcentuales rondó el 1%, en la línea del conjunto de Castilla y León y en contraste con lo sucedido en el ámbito nacional, donde se registró un leve repunte. 

De esta manera, según los datos facilitados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la provincia de Ávila registraba a fecha de 1 de junio 38.415 pensiones contributivas. Son 29 menos que las contabilizadas el 1 de mayo, una caída mucho más moderada que la que se dio en abril (260 pensiones menos) y en marzo (155 pensiones menos). De esta manera, en relación al arranque del mes de marzo, momento previo al estallido de la pandemia de la COVID-19, Ávila cuenta con 444  pensiones menos.