Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Desfachatez

31/05/2022

Hace falta mucha desfachatez para presentarse en Andalucía con el carnet de socialista y acusar a otros partidos de corrupción. ¡En Andalucía! Allí, dirigentes socialistas que ocuparon los más importantes cargos, han protagonizado el caso de corrupción más grave de la historia, el de los ERE, cuantificado en más de 600 millones de euros de fondos que supuestamente tendrían que ir a andaluces en paro y acabaron en manos de miembros del PSOE que fueron condenados por la Justicia. Condenados. No imputados.

Hace falta, insistimos, mucha desfachatez. Como la de Adriana Lastra, que pasó por la portavocía parlamentaria de su partido con más pena que gloria por asumir las peores artes de su jefe, el insulto y la mentira, y que este finde ha calificado al PP como "el partido de los mangantes". En Andalucía.

Muy mal tiene que verse el PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, como para organizar una campaña electoral que va a hundir a Juan Espadas más de lo que dicen los sondeos. Muy pesimistas deben ser las encuestas que maneja Moncloa para hacer el ridículo de tal manera. Porque corrupción desgraciadamente la hay en todos los partidos y es probable que la siga habiendo; la han ejercido sobre todo los partidos de gobierno, PP, PSOE, PNV y CiU, pero el que ha alcanzado los casos más bochornosos, con cifras más escandalosas y mayor número de dirigentes implicados, ha sido el PSOE. Y mejor no dar lista de casos para no dañar aún más a los socialistas de biografía intachable que llevan la pesada mochila de unas siglas que no son absolutamente limpias.

Los actuales dirigentes del PSOE se revuelven contra una situación de declive que les estremece porque pueden acabar con la pérdida de poder. Para intentar revertirla utilizan todas las artimañas a su alcance, incluidas las de lanzar nombres de oprobio para el PP y promover la publicación de cintas de Villarejo bien seleccionadas para que sean solo las que inculpen al PP o al Rey Juan Carlos. Por si no fuera suficiente, optan por convertir la corrupción del PP en su principal línea de estrategia. "Mangantes que trincaban a manos llenas", dice Lastra. Una política inclasificable por su osadía y su sistemática falta de respeto a los adversarios. a la que se le debería caer la cara de vergüenza. También para desgracia de los socialistas, son infinidad los españoles que tienen memoria, aunque la mayoría de jóvenes no conocen nombres que solo escucharlos ponen en cuestión los famosos cien años de honradez del PSOE, como Filesa, Matesa, ERES, Gal, Ibercorp, Roldán, Mercasevilla y un largo etcétera.

Mejor le iría a los sanchistas no utilizar en demasía los casos de corrupción del PP, que los hay y han acabado con importantes figuras en prisión. Porque de tanto mentar al PP para intentar desacreditarlo, salen a la luz asuntos que al PSOE convenía que se mantuvieran enterrados para siempre.