Ávila es estos días el centro de la medicina de urgencias gracias al congreso regional que la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias celebra en la ciudad y que se organiza a través de mesas redondas y talleres, adentrándose en temas novedosos como las patologías emergentes o la detección de arritmias en dispositivos móviles, con contenidos en inteligencia artificial pero también con una parte práctica en la que los congresistas se acercan a control de hemorragias, emergencias en entornos habituales, contención del paciente agitado o la humanización de urgencias, entre otros muchos contenidos. Todo ello a través de las innovaciones y las tecnologías que pueden ayudar a los profesionales de urgencias a definir los diagnósticos y disminuir tiempos, apoyándolos para su trabajo a la hora de tratar y lograr reducir secuelas en los pacientes que atienden.

Además, este congreso regional, que llega a su edición 16 y que supone la posibilidad de juntar a los profesionales de esta atención médica, se produce en un momento de máxima relevancia puesto que, según recordó Gonzalo Ibáñez, presidente regional de la Sociedad Española de la Medicina de Emergencias (Semes), es un «año importantísimo» para ellos porque «esta vez sí la especialidad va a ser una realidad». Ahora mismo ya se han presentado todo lo necesario y se está a la espera de la contestación del Ministerio, lo que sucederá «antes de septiembre», logrando «un avance» porque «la formación de los compañeros va a ser reglada» y el futuro de estos servicios «va a ser mucho mejor». Con este paso habrá esa formación de cuatro años para la especialidad, que será «un vivero para los futuros profesionales» y «redundará en la calidad asistencial». Por eso se espera que, en muy poco tiempo, haya residentes de urgencias.

Sobre este tema también habló Jesús García-Cruces, viceconsejero de Asistencia Sanitaria, Planificación y Resultados en Salud, que acudió a la inauguración oficial del congreso, donde estuvo acompañado por el presidente de Semes; el presidente de la Diputación, Carlos García;el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, además de estar presentes el delegado territorial de la Junta, el subdelegado del Gobierno o la gerente de Asistencia Sanitaria.

En este acto, el viceconsejero de Sanidad puso de relevancia el programa científico del congreso sobre el quehacer del médico de urgencias, su futuro y expectativas, además de reconocer el trabajo realizado por estos profesionales de urgencias en la pandemia. Pero habló especialmente del trabajo que se ha hecho desde la política sanitaria de Castilla y León para impulsar que la especialidad de urgencias y emergencias «sea una realidad». Destacó que esta comunidad lideró «el empuje para los cimientos sólidos de la nueva especialidad»  e incluso señaló que ya se ha trabajado para la acreditación de 19 plazas MIR de médicos de Urgencias y Emergencias en la región, una de las cuales será para el hospital de Ávila, con residentes acreditatos en la actividad de urgencias y emergencias y con la esperanza de que en la próxima convocatoria de MIR exista «esta opción».

Mientras se espera este paso a la especialidad la formación para estos profesionales se realiza con actividades como este congreso que recala en Ávila bajo la dirección de Daniel Muñoz, jefe de Urgencias hospitalarias en Ávila, que reúne a unas 300 personas (más de 200 de ellos congresistas) con médicos, enfermeras y técnicos de transporte sanitario que participan en las mesas y talleres, además de una yincana de reanimación cardiopulmonar donde el grandor tendrá un premio. Parte de estas actividades se realizan a través del apoyo de empresas tecnológicas con muñecos que se ponen azules, tienen lágrimas o hablan para poder hacer una «intervención de calidad», según explicó Paúl Torres, médico de Urgencias en Ávila y vicepresidente del comité organizador. Él se refirió a la importancia de las tecnologías, que han «revolucionado la medicina» y a esa ayuda para definir los diagnósticos y disminuir los tiempos, lo que convierte a este congreso en «innovador».

Esta idea la comparte el propio Daniel Muñoz que recalca que «todas las mesas son de temas novedosos». «No es un congreso de actualización terapéutica en ciertas patologías de siempre», sino que se adentran en temas nuevos como las patologías emergentes «que hay que tener muy en cuenta, que bastante hemos tenido con el coronavirus, que sabíamos que estaba ahí y la que nos ha liado» pero «igual que el coronavirus hay más microorganismos que también nos la pueden liar» y «tenemos que mentalizar y concienciar a la gente de lo que son las patologías emergentes». 

También es novedosa la detección de arritmias por dispositivos móviles dado que «en el siglo XXI la gente tiene dispositivos que lo detectan, se lo pasan al móvil, hacen un PDF y lo mandan al médico de cabecera, al cardiólogo o incluso a los servicios de Urgencias» y así puede haber pautas para el tratamiento.

Tampoco olvidó el papel de la inteligencia artificial, que aunque la gente «se está empezando a asustar», en el congreso se trata de la aplicación a la medicina para ver cómo beneficiarse de todos los datos que hay y explotarlos para que la inteligencia artificial sea una ayuda «tanto diagnóstica como terapéutica».

Precisamente la inteligencia artificial fue el tema de la conferencia inaugural en la que el doctor Antonio Urda, vicepresidente de hospitales de Savana, que destacó el valor de la inteligencia artificial para la medicina puesto que es un campo con «muchos datos». Por eso se puede utilizar para unir diferentes fuentes como las analíticas, las imágenes o lo que el médico ve y cruzar los datos. Así se pueden encontrar «correlaciones» y la «capacidad de predicción en momentos muy precoces». La inteligencia artificial, muy buena con «patrones», ya se está utilizando en servicios de radiodiagnóstico, pudiendo identificar su una radiografía es normal o no para disminuir la carga de trabajo, o en temas de investigación en su aplicación en los textos.

Sobre el desarrollo de este congreso, el presidente del comité científico, Fabio Jaimes, resaltó que se presentaron 120 comunicaciones, de las cuales se seleccionaron en torno al 30 por ciento según los criterios de novedad, argumento, bibliografía y sustento clínico. De estos, una parte son posters y otra comunicaciones, que tienen su defensa oral.

El congreso además cuenta con un taller que se retransmite por streaming a través de la Universidad Católica de Ávila para el alumnado externo, de modo que lo puedan seguir estos estudiantes.