Son momentos duros los que está atravesando estos días DiegoRubio (Burgos BH). «Esto es demasiado, me está costando asimilarlo» reconoce el ciclista abulense ya en España tras lo ocurrido en el Tour de Estonia, una carrera que suponía su vuelta a la competición tras una dura caía –tuvo que pasar por quirófano por una rotura de la cabeza del fémur– en la Challenge de Mallorca, el pasado mes de febrero. Cuatro meses de recuperación y trabajo para volver a competir. Pero la alegría apenas duró unas 'horas'.Una grave caída le llevaba de nuevo al quirófano por una fractura abierta de cubito y radio. «Ahora mismo no se pueden decir plazos» señalaba tras realizarse una radiografía con la que comprobar que la operación, pese a los muchos daños, ha sido un éxito. Pero ahora más que las cicatrices físicas preocupan las mentales.
«No puedo decir que no...Me encuentro mal. Esta vez me está costando bastante más asimilarlo.Es demasiado, todo muy junto» comenta. Dos caídas y dos lesiones graves demasiado seguidas. «Lo he pasado peor que nunca. De nuevo verte tirado en el suelo, ambulancias, hospital, operación... Ha sido mucho trabajo y nada de recompensa» lamenta ante todo lo que le está rodeando esta temporada. Son días complicados para el de Navaluenga. «La otra vez me costó menos.Rápido me dije a mi mismo 'rápido y a por ello' pero esta vez... No sé» explica Diego Rubio ante todo lo ocurrido.
Era el kilómetro 30 de carrera. «Como la otra vez» recuerda. «A la izquierda había un camión aparcado. Recuerdo que íbamos muy rápido, con mucha tensión. Pegaba el aire favorable. En este ciclismo de ahora no frena nadie, cueste lo que cueste y sin ningún sentido. Se cayeron por delante. Hay quien me dice que hubiera sido mejor chocar con los de delante, que quizás así hubiera evitado la caída, pero frené muy fuerte y desde atrás me envistieron, me golpearon en el manillar y salí disparado, reboté contra el suelo y me quedé en la cuneta. Además, me quedé tumbado del lado de la cadera mala. Fueron momentos de miedo» relata.
No hay plazos –«es muy pronto aún»– para su vuelta pero no es ahora lo que le preocupa a Diego.Primero hay que recuperarse. «La radiografía dice que la operación está bien hecha. No era una fractura limpia.El hueso está desplazado. Tengo cicatrices bastante grandes y me veía el brazo torcido pero no puede quedar perfecto».
Nunca llega una lesión en un buen momento pero ésta menos que nunca. «Me encontraba bien, creo que no me hacía falta mucho para estar bien, pero ahora... Ahora mismo no tengo la cabeza centrada. Ahora mismo no me apetece pero sé que en estos días le daré la vuelta.El equipo se ha portado muy bien conmigo y yo tengo un compromiso con ellos. No me gustaría acabar el año así. Intentaré volver a trabajar para intentar correr alguna carrera, aunque no sé cuando».
Esto ya es demasiado
Cuesta asimilarlo. De nuevo le toca parar a Diego Rubio, esta vez por una fractura abierta de cubito y radio, una grave lesión que le llevaba de nuevo a pasar de urgencia por el quirófano en Estonia. La segunda operación en un 2022 marcado por los problemas.Porque el curso comenzó para el abulense con una grave caída en la Challenge de Mallorca que le llevó al quirófano por una fractura en el cuello del fémur derecho que le dejó sin competir desde febrero hasta ahora, hasta el propio Tour de Estonia. Un 2022 'negro' para el abulense, que le tenía ganas al presente curso.Quería resarcirse.Si en el 2020 la pandemia le dejó correr poco, en el 2021 corrió, pero no de la mejor manera. La mitad del curso lo hizo con antibióticos por una infección que comenzó en marzo y que le obligó a bajarse de la bicicleta en el tramo final de la Vuelta a España –etapa 18ª– para afrontar una pequeña intervención quirúrgica. Confiaba el abulense cuando empezaba la presente temporada en tener mejor suerte pero de momento no ha sido así.Demasiados problemas para un ciclista que tiene ganas de que sea la carretera la que por fin le juzgue.Pero de momento la mala suerte no le deja.