«La dirección de orquesta siempre me ha parecido magnética»

Mayte Rodríguez
-

Hoy charlamos con José Luis López Antón, director de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y de la Orquesta Sinfónica de Ávila, entre otras

«La dirección de orquesta siempre me ha parecido magnética»

Hoy José Luis López Antón (Segovia, 1990) subirá al escenario de la plaza del Trigo de Aranda de Duero para dirigir a la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en el concierto que ofrecerá en esa ciudad burgalesa, igual que lo hizo ayer en Ávila, en el Mercado Chico, igual que lo hará mañana en Salamanca en la plaza del Patio Chico ... y así día tras día hasta que el 27 de julio concluya la programación de las Plazas Sinfónicas, un ciclo que saca la música literalmente a la calle y con el que se pretende aprovechar el verano para «acercar la música clásica a mucha gente», a personas que habitualmente no asisten a los auditorios en los que se interpreta el «gran repertorio sinfónico», nos cuenta este músico que, pese a su juventud, ya ess más que una promesa en el exclusivo mundo de los directores de orquesta. Aunque segoviano de nacimiento y criado en San Rafael, tiene un profundo vínculo con la capital abulense. Y no solo porque es el director artístico de la Orquesta Sinfónica de Ávila desde 2015, sino también porque fue en el Conservatorio Profesional de Música Tomás Luis de Victoria donde recibió buena parte de su formación. «Yo estudié aquí cuatro cursos del grado profesional y muchos de mis amigos de entonces son miembros de la Orquesta Sinfónica de Ávila, hemos sido compañeros de viaje musical y vital», de ahí que el reencuentro con ellos en los ensayos previos a conciertos como el ofrecido en el Lienzo Norte la semana pasada sea para él «muy especial en el plano emocional», pero también en lo profesional. «En este último encuentro ha sido un gusto comprobar cómo dos o tres músicos de los más jóvenes de la orquesta han hecho un trabajo increíble en el tiempo que llevábamos sin vernos y así vamos trabajando en el recambio generacional y cumplimos uno de los objetivos de la Orquesta Sinfónica de Ávila, que es la promoción de los jóvenes talentos y que Ávila tenga su propia voz sinfónica», subraya José Luis López Antón.  Y es aquí cuando hace alusión al «trabajo ímprobo» de Antonio Martín San Román como presidente de Juventudes Musicales de Ávila, el «paraguas» bajo el que nació y ha crecido la Orquesta Sinfónica de Ávila, que el próximo año cumplirá una década de vida. 

 

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

La vista de la Muralla de noche desde la circunvalación.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Su gente y poder hacer música con los chicos y chicas de la Orquesta Sinfónica de Ávila.

¿Y lo que menos le gusta?

En estos tiempos difíciles en los que el apoyo en la cultura siempre se complica, pediría un mayor compromiso si cabe por parte de las Administraciones para apoyar la cultura en general y la Orquesta Sinfónica de Ávila en particular. El Ayuntamiento de Ávila hace un esfuerzo grande por apoyarla, pero estamos en un momento delicado, así que nos vendría muy bien que nos apoyen más instituciones, fundaciones, etc. 

Un lugar para perderse. 

La parte de Sonsoles, tomar allí un café a media tarde, además se está fresco en verano allí.

Un recuerdo de su infancia.

Mi primera clase en el Conservatorio de Ávila. Tenía 12 años, yo había estudiado ya en la Escuela de Música, pero cambiar de ámbito y salir de la zona de confort fue toda una aventura. 

Un personaje abulense que le haya marcado.

Son dos. Uno es Jesús García Jiménez, mi profesor de saxofón del Conservatorio de Ávila, que además también fue director en esa época. De mis profesores de instrumento es del que guardo un recuerdo con especial cariño por su dedicación y su talante a la hora de fomentar el estudio personal. La otra persona que me ha marcado es Antonio Martín San Román, director de Juventudes Musicales de Ávila, que hace un trabajo ímprobo de apoyo a la cultura desde un punto de vista generoso y por amor al arte. Una asociación como la que él preside que organice tantas actividades en Ávila, con la Orquesta Sinfónica como plato fuerte o la temporada sinfónica es gracias a su trabajo.

El mayor cambio que necesita Ávila es...

En lo que a mí me afecta, pediría que el público siga viniendo a nuestros conciertos porque con el pequeño precio de la entrada permiten sufragar los gastos. Pero también voy a pedir que se hagan socios de Juventudes Musicales de Ávila porque es una manera de apoyar la cultura y para que sientan la Orquesta Sinfónica de Ávila como algo suyo, como puede ser el club de baloncesto, el de fútbol o la Semana Santa.

¿Qué tiene Ávila que mantener?

Sus señas de identidad, su tradición, su manera de ser. Se dice que los castellanos somos secos y rudos, pero cuando a la Orquesta Sinfónica de Ávila vienen músicos de otros lugares a colaborar con nosotros siempre nos dicen que se sienten encantados de la acogida que les ofrecemos. Así que me gustaría que se mantuvieran esas esencias, más aún en un año comunero como en el que estamos. Creo que es importante derribar esos clichés, ni somos secos ni rudos, también somos hospitalarios.

¿Qué le parece Ávila hoy?

Ávila es una ciudad muy turística en la que el sector hostelero habrá sufrido mucho las restricciones de movilidad debido a la pandemia, así que espero que la vacunación siga avanzando y nos ayude a protegernos mucho más y que este verano permita a la ciudad salir adelante y resurgir como el ave fénix. A ver si es posible que las cosas vuelvan a ser como antes. 

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Deberíamos seguir guardando nuestras esencias, Ávila es una ciudad que creo que tiene una buena oferta cultural dentro de su tamaño que creo que debería mantener. Y en el ámbito turístico y empresarial me gustaría que Ávila resurja y todo vaya a mejor. 

¿Qué puede aportar usted a Ávila?

Mi humilde opinión y versión de lo que es para mí la música y los grandes clásicos que estamos afrontando con la Orquesta Sinfónica de Ávila. Mi trabajo siempre está a disposición de los músicos de Ávila y mi voluntad de acercar la música clásica a todo el mundo también con el ciclo de conferencias que estoy realizando en el Episcopio organizado por el Ayuntamiento de Ávila, llamado ‘Contando la música’, con el propósito de derribar el cliché de la múisca clásica como algo inaccesible y para personas mayores. Yo siempre digo que la música clásica es para todo el mundo, quien diga que no le gusta es porque no ha tenido una buena aproximación a ella. 

LEA LA ENTREVISTA AMPLIADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DE DIARIO DE ÁVILA