Editorial

Un escenario idóneo para reclamar mejoras ferroviarias para Ávila

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Con la autorización de la Comunidad de Madrid de renovar el convenio de colaboración que tiene con Castilla y León para que los usuarios de transporte de Ávila y Segovia, fundamentalmente, puedan beneficiarse de importantes descuentos en los abonos ofrecidos por los operadores individuales en los trayectos a Madrid, que se suma a la que ya dio en su momento la Junta de Castilla y León, únicamente falta que se concrete la fecha en la que Alfonso Fernández Mañueco e Isabel Díaz Ayuso estampen la firma que permita seguir disfrutando de ellos, algo que está previsto que tenga lugar en los próximos días, según anunció el presidente de la Junta de Castilla y León.

Estamos hablando de un convenio que se remonta al año 2006, y que en el año 2018 introdujo importantes novedades con la aplicación de las nuevas tecnologías y la creación por parte de la Comunidad de Madrid de un Abono Joven, del que también se beneficiaron esos usuarios abulenses y segovianos. Ahora se procederá a renovar ese convenio que tendrá vigencia hasta septiembre de 2026.

Más allá de los beneficios económicos que trae consigo este convenio, con un importante ahorro para los usuarios habituales que viajan hasta Madrid, o viceversa, tanto en autobús como en tren, es fundamental para los abulenses que se avance en la mejora de las conexiones ferroviarias con la capital de España, en una cuestión donde es imprescindible la implicación del Gobierno central y de Renfe. Porque de poco sirve que se tengan unos precios muy competitivos para viajar entre Ávila y Madrid si luego cuando se decide realizar ese trayecto en tren se convierte en toda una odisea, con tiempos interminables de viaje y unas frecuencias que difícilmente se adecúan a las necesidades.

El hecho de que Ávila se incluyese en la Red de Cercanías de Madrid podría contribuir a facilitar esas comunicaciones, pero teniendo en cuenta que el concepto que verdaderamente interesa a los ciudadanos abulenses es contar con más frecuencias, cubriendo más franjas horarias, y sobre todo con unos tiempos de viaje que mejoren notablemente a los que existen en la actualidad. Nada se ha avanzado en este sentido en los últimos años. Todo lo contrario, se han perdido algunos servicios (no se han recuperado la totalidad después de la pandemia) y los tiempos lejos de reducirse, por unas u otras causas, han ido sumando minutos.

El tiempo transcurre y no existen unos cauces de comunicación con Renfe y el Gobierno que inviten a pensar que esta situación puede cambiar. Por eso la firma de ese convenio debe ser un escenario idóneo para que la Junta de Castilla y León se muestre reivindicativa con esa cuestión, y que encuentre también el apoyo de Madrid (a los madrileños también les interesa mejorar esas comunicaciones con Ávila, por las estrechas vinculaciones que existen entre ambas provincias). Y en ese escenario es preciso que se escenifique que esa situación que viven los abulenses con sus conexiones ferroviarias no es asumible en pleno siglo XXI.