Sentada cada tarde a la puerta de su casa, situada en un lugar privilegiado de Maello porque casi todo pasa por allí, Teresa García Llorente ha visto  cómo cambiaba su pueblo, cómo crecían las distintas generaciones de niños y cómo unas estaciones daban paso a otras, de la alegría del verano a los afanes del otoño, del frío del invierno a la esperanza que cada año  brinda la primavera. Ella siempre vestida de luto, en recuerdo del marido que falleció hace tantísimos años, pero sin dejar de mirar a la vida de frente, con el coraje y la valentía de las mujeres que, prácticamente solas, sacaron adelante familias numerosas que, con los años, lo fueron aún más.  Por un día, ella dejó de ser testigo de lo que sucedía en su calle para convertirse en  la única y merecedora protagonista. La ocasión lo merecía: Teresa García Llorente cumplió cien años de vida este domingo, 17 de octubre, razón más que suficiente para que su extensa y orgullosa familia se reuniera en torno a ella y celebrara una entrañable fiesta de cumpleaños a la que se sumaron sus convecinos de Maello con el ayuntamiento de la localidad a la cabeza. De hecho, asistió la Corporación en pleno a una fiesta que tuvo lugar después de que la familia asistiera a la misa del domingo.

Una vez de vuelta, a tía Teresa no le dio tiempo a entrar en casa porque familia y vecinos allí congregados le cantaron el cumpleaños feliz a ritmo de dulzaina y tamboril, interpretada por sus orgullosos nietos, integrantes de  'Las Tres J', acompañados a la pandereta por las biznietas de la homenajeada, que también quisieron rendir su particular tributo a la bisabuela en un día tan especial. 

Maello festeja los 100 años de tía TeresaUn ramo de flores, una placa conmemorativa y un pin con el escudo de su pueblo la entregó el alcalde de Maello, Javier García, que confesaba a este diario que el cumpleaños redondo y emocionante de tía Teresa le había dado a él uno de los momentos más bonitos de los dos años que lleva de mandato municipal. 

Tampoco faltaron unas palabras pronunciadas por el concejal David Retamar en nombre de la Corporación, pero sobre todo quedó patente el cariño con el que todos los vecinos arroparon a la ya centenaria, a la que otro de sus nietos le dedicó una canción ante la atenta mirada de los presentes, emocionados todos, conscientes de que cien años no se cumplen todos los días. También la protagonista, a la que con un siglo de vida a las espaldas todavía le acompañan el cuerpo y la mente, así es que disfrutó en plenitud del sentido homenaje que le rindió su pueblo, vestido de fiesta en su honor.