«Recuerdo cuando iba a los playoffs al Adolfo Suárez»

A.S.G.
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Raúl Arroyo afronta este sábado, con el Palencia Cristo Atlético, las semifinales de ascenso a Primera RFEF ante el Mérida. «La lesión fue un lastre pero el entrenador me dijo que apretara, que tendría mi oportunidad»

Raúl Arroyo, en la parte superior izquierda de la imagen, en la celebración de la clasificación para la fase de ascenso. - Foto: Diario Palentino

De Tercera a Segunda RFEF y de Segundaquién sabe si a Primera RFEF. Todo ello en dos años. Aún queda el último paso, el más complicado pero el más emocionante de todos, el playoff de ascenso, el primero –el ascenso desde Tercera a Segunda RFEF lo consiguieron de manera directa evitando la fase de eliminatorias– para el Raúl Arroyo, que desde hace dos temporadas disfruta del fútbol en un Palencia Cristo Atlético que apostó por el mediocentro abulense y lo ha seguido haciendo. Porque el curso que llega a su tramo final con una sonrisa comenzó torcido por culpa de una larga lesión. «Fue un lastre. Hasta enero no pude comenzar a estar bien físicamente». Tenía que ir poco a poco mientras veía a sus compañeros «ir como aviones».Volver «después de tanto tiempo parado cuesta». Y casi un año después, en el mes de abril, volvía a ser titular y lo hacía además marcando un gol. «El entrenador –RubénGala– me pedía que apretase, que tendría mi oportunidad y cuando me la dio, creo que cumplí. Además, tuve la suerte de meter un gol.Desde entonces todo ha ido sobre ruedas» comenta en un tramo final en el que ha sido habitual verle en el once titular. Llega al momento clave de la temporada en un buen momento y dispuesto a darlo todo en un playoff que comenzará para los morados este sábado –21,30 horas– en tierras alicantinas, en Alcoy, ante el ADMérida, un viejo conocido de la afición encarnada, de la que precisamente formaba parte Raúl Arroyo cuando el  Real Ávila se cruzó con los romanos en el 2014. «Aún me acuerdo de pequeño cuando iba al Adolfo Suárez a ver los playoffs del Real Ávila contra el Tuilla, el Barakaldo o el propio Mérida». Entonces los veía desde fuera. Este sábado los vivirá desde dentro.

«Al principio de temporada, cuando planteábamos el objetivo del año, lo cierto es que no era éste, era la salvación, pero según pasaban los partidos vimos que podíamos ir haciendo mejor las cosas y nos hemos plantado en los playoffs» señala tras un año que han cerrado en quinta posición, la última que daba acceso a esta fase de ascenso. «Ha sido una temporada dura. La principal diferencia de Tercera a Segunda RFEF es el ritmo de juego, de balón...Es un escalón por encima». No es sencillo.Que se lo pregunten al Salamanca UDS, abocado al descenso, o a la Gimnástica Segoviana, que este domingo jugará el playoff de permanencia.  

Están viviendo estos días con ilusión. «Han sido años en los que el fútbol palentino ha sufrido mucho» valora Raúl. Años en los que han ido echando el cierre equipos como el  CFPalencia, el Palencia Balompié o el Castilla Palencia. «La actual directiva lo está haciendo muy bien, con gente de la casa y eso es realmente importante. Hay días que jugamos con 8 o 9 jugadores de Palencia».

Raúl Arroyo fue uno de los mejores jugadores de aquel Colegios Diocesanos dirigido por Somoza que logró no sólo el ascenso a la Nacional Juvenil sino la histórica permanencia en la División de Honor. Era el motor de aquel equipo. No pasó desapercibido para el Real Ávila, que le recuperó para el Adolfo Suárez, sus primeros orígenes. Llegó demasiado joven –«era un crío, un chavalín»– para un equipo cuya apuesta deportiva pasada por lo 'contrastado'. Su decisión de marcharse al Santa Marta en la 2019-20 fue clave.  «Cuando me fui al Santa Marta fue precisamente para tener minutos. Sabía que era un equipo que apuesta mucho por la gente joven –entonces compartió temporada con Tena o PabloNegro– y era lo que necesitaba, minutos de juego y experiencia para dar de nuevo un salto». Volvió a llamar la atención de los encarnados, pero entonces ya le quería el Palencia Cristo Atlético.Desde entonces disfruta en La Nueva Balastera y lo hace desde la posición que más le gusta, la de mediocentro posicional. «Es donde me encuentro cómodo. Me gusta ver el campo, jugar de cara y dar continuidad al juego, que es lo que desde pequeño siempre me ha gustado».

En lo deportivo está centrado en los playoffs, en lo académico en terminar el TFG con el que acabar sus estudios en Educación Primaria, su vocación cuando acabe su carrera deportiva. Desde lejos –en ocasiones incluso desde la misma grada– ha seguido a sus antiguos compañeros. Lamenta el descenso del Diocesanos, donde tiene a sus mejores amigos. «Pensaba que tenían mucho mejor equipo pero el fútbol son dinámicas y de una mala es muy difícil salir».Del Real Ávila tiene claro que «han competido con creces. Creo que era un equipo para ver lo que podía pasar y al final metieron en playoffs.La temporada del Real Ávila tiene mucho mérito».