Ávila se sumó a la conmemoración del Día Forestal Mundial con la plantación de una veintena de árboles de especies autóctonas que se llevó a cabo en el arboreto del Centro Municipal de San Nicolás.

Dicho acto, organizado por el Ayuntamiento de Ávila, contó con la presencia de un buen número de concejales de los distintos grupos municipales, encabezados por el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, que aseguró que «es un día muy importante en la lucha para conservar y mejorar el medio ambiente de la ciudad». 

Sánchez Cabrera precisó que en este «Día del Árbol» el Consistorio «quiere contribuir con este gesto y plantar nuevos árboles en este arboreto medioambiental de San Nicolás», al tiempo que destacó la colaboración en esta actividad de la Asociación Síndrome de Down de Ávila, que se sumó a la misma con una decena de jóvenes de los talleres ocupacionales y de formación para el empleo, así como con presencia de familias de pequeños y medianos, precisamente en una jornada en la que también se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down. 

Por ello, el alcalde insistió en que es «también un día para visualizar el trabajo que está haciendo esta asociación, que se suman a colaborar en esta plantación, que contribuye a completar los trabajos que hicimos en la jornada de ayer (por el domingo)», donde se habilitó un jardín de polinizadores con plantas aromáticas y florales en este espacio. Y recalcó que «de esta manera el Ayuntamiento contribuye al Objetivo de Desarrollo Sostenible».

En total se plantaron una veintena de ejemplares de especies autóctonas de la provincia, como encinas, laureles llegados del Valle del Tiétar o cerezos japoneses.

Por su parte, Mar Rodríguez, gerente de Down Ávila, precisó su satisfacción por poder estar presentes en este acto porque «siempre buscamos cómo participar en las causas de la comunidad, en la causas del mundo y del planeta, y nuestro calendario precisamente ahondaba  en los  Objetivos de Desarrollo Sostenible, y hablaban del medio ambiente, de las aguas y de los árboles». Y dado que coincidían ambos días mundiales «nos parecía importante estar aquí presentes», añadió. 

Al mismo tiempo, insistió en que «el árbol simboliza un poco las raíces que la comunidad, el colectivo de Síndrome de Down, tiene en sus propias ciudades, en sus propias familias, además de en la red de apoyo de familias, profesionales y sociedad en general, que puede dar para que tenga una base segura  para luego desarrollar su proyecto de vida».