La gestión de la energía se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la sociedad, y más cuando se trata de energías perecederas y que están sometidas a una importante fluctuación de precios por cuestiones que, en muchas ocasiones, escapan a los países que se ven obligados a exportar esas energías. Ante ese panorama, la apuesta por las energías renovables y sostenibles cada vez cobra más sentido, y más cuando se trata de energías limpias que contribuyen a preservar el planeta. La pasada semana, el Ayuntamiento de Ávila firmaba un protocolo de colaboración con la empresa DH Eco Energía que les permitirá trabajar de forma conjunta en el desarrollo de políticas que busquen un desarrollo sostenible. Dentro de esas actuaciones se incluye la implantación de una red de calor ecológico que se extenderá por la ciudad. Teo López, principal CEO de DH Eco Energía, y Roberto de Antonio, director de Planificación y Desarrollo de esta empresa, explican en esta entrevista los pormenores y los beneficios de un proyecto que viene a hacer ciudad.
¿Qué es DH Eco Energía?
Teo López:Es una empresa que realiza, promueve, desarrolla, construye, explota instalaciones de energía renovable térmica. En la vivienda en general tenemos dos tipos de consumo de energía: la eléctrica, que mueve los electrodomésticos, el alumbrado y demás; pero luego está la calefacción, el agua caliente, que funciona normalmente con gasóleo o con gas, que es lo que técnicamente llamamos energía térmica. Nuestra empresa desarrolla redes de calor para eliminar los combustibles de gas y de gasóleo de los edificios y que se conecten éstos a una red de calor que se alimenta con energía renovable. Esa es la actividad que tenemos.
Llegan a Ávila para implantar una red de calor con biomasa. ¿En qué consiste exactamente ese red?
T.L.: Hay miles de redes de calor en Europa. Se dice que hay 5.000 redes de calor grandes, como por ejemplo París, que tiene 550 kilómetros de red de calor con siete centrales, una de las ciudades del mundo que más redes de calor tiene, o Copenhague, en Dinamarca, que toda la ciudad, prácticamente el 98 por ciento, está conectada a redes de calor, y consiste en lo siguiente. Es una central, que en nuestro caso es de energías renovables, con biomasa, con energía solar, que está situada alejada de las viviendas; una red de tuberías que trae el agua caliente, como viene el gas por las tuberías o la electricidad por unos cables, y que llega hasta cada edificio. Allí se apagan las calderas de gas y de gasóleo que hay en estos inmuebles, y se conectan a esta red. Así de sencillo. Pasan de consumir combustibles fósiles, que vienen de fuera de nuestro país, porque en España no hay ni petróleo ni gas, y en consecuencia se paga para que el dinero se vaya fuera; y eliminamos eso colocando unas energías renovables que son locales, lo que se denomina economía circular, que genera empleo y actividad económica en nuestro entorno, en la provincia.
Lea la entrevista completa en la edición impresa