«El público de Ávila está siempre atento y es muy respetuoso"

D. Casillas
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Pepón Nieto estuvo este jueves en la ciudad de Ávila, no para trabajar como actor sino para ayudar a hacer un poco más visible e interesante el mundo del cine, participando en la clausura del II Cinefórum de verano del Ayuntamiento

«El público de Ávila está siempre atento y es muy respetuoso" - Foto: Isabel García

Pepón Nieto, actor esencialmente de teatro –La culpa, El jurado, El eunuco, Anfitrión...– que se desenvuelve con igual soltura y éxito en el mundo del cine –Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí, La marcha verde, Las brujas de Zugarramurdi, El intercambio o Perfectos desconocidos–  y la televisión –Periodistas, Abogados, Los hombres de Paco, Amar es para siempre, La vida de Rita, Sé quién eres, Cheers...–, siendo muchos los títulos que llenan su currículum y los premios recibidos en esas tres disciplinas de la interpretación, estuvo el pasado jueves en Ávila para asistir a la clausura del II Cinefórum de verano organizado por el Ayuntamiento y Nostromo Comunicación, cierre a un programa estival que llegó con la proyección del largometraje de Álex de la Iglesia Perfectos desconocidos, en el que este protagonista de la célebre serie Los hombres de Paco tenía un papel importante.

¿Qué le parecen iniciativas como ésta de Ávila de invitar al público a que asista al cine, aunque no sea de estreno?

Tengo que decir que he venido a Ávila a clausurar una iniciativa que me parece estupenda, un ciclo de cine en español y con la comedia como protagonista, un proyecto que me parece especialmente acertado porque parece que la comedia es un género menor que suele estar menos valorado que el drama, pero puedo asegurar que  es mucho más difícil de hacer.

Insisto en que esta iniciativa de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Ávila está muy bien, y yo he estado encantado de estar aquí. Además, me sorprendió muy gratamente que tanta gente acudiese el jueves a ver la proyección, que tanta gente que decidiese ir a ver esa película 'al cine', aunque sea un largometraje ya muy accesible, a verlo en una pantalla grande y en la oscuridad de una sala, que es donde mejor se ve el cine.

¿El contacto con el público enriquece al actor?

Sin duda, y además nos ayuda mucho. Y aunque como en este caso se tratase de una película que se estrenó hace ya varios años, y me pille un poco lejana, el contacto con el público es siempre interesante y enriquecedor. Además, hablamos de una película que se ha visto en muchas plataformas, que fue muy taquillera en su momento, etc, y eso implica más.

No es la primera vez que viene a Ávila ejerciendo de actor, aunque ahora no trabajando como tal.

No es la primera vez, no. He venido varias veces a trabajar a Ávila, casi siempre al Lienzo Norte, y tengo que decir que me gusta mucho venir a actuar a esta ciudad y a ese teatro estupendo.

¿Tiene previsto participar este año en la Muestra de Teatro de Ávila que se celebra en el mes de noviembre?

Pues sinceramente no sé si vamos a poder venir. Terminé con la gira de Anfritrión antes del verano, y empiezo a ensayar el próximo lunes Ay Carmela, que dirige José Carlos Plaza, con María Adánez,  y no creo que ahora en este primer estreno podamos venir a Ávila, pero espero que un poco más adelante sí podamos hacerlo.

Muchos de los actores que vienen a trabajar a Ávila destacan que hay aquí un público entendido en teatro, y que eso se nota cuando están trabajando y se agradece mucho, ¿está usted de acuerdo con ello?

Sí, eso es algo que se nota mucho. Ávila tiene un público muy bueno, que está muy atento durante toda la función y que cuando termina aplaude y se pone de pie si le ha gustado, que no tiene ningún problema en demostrar que ha sido de su agrado; no es ese público bullicioso festivo que de repente puede ser que te dé más marcha y que te está todo el rato festejando, sobre todo cuando haces comedia, pero luego termina la función y les da igual lo que haya pasado. En Ávila, repito, el público está siempre muy atento y es muy respetuoso, sabe ser buen público, y eso es muy gratificante.

Aparte de ese Ay Carmela, ¿qué proyectos tiene de cara al futuro?

He rodado dos series en lo que llevamos de temporada, he hecho la segunda temporada de Treinta monedas, de Álex de la Iglesia, y he hecho una serie que también me gusta mucho para Netflix, que se titula Smiley, basada en una obra de teatro de Guillem Clua; y tengo además pendiente de estreno Mañana es hoy, una película de Nacho García Velilla… y, como decía antes, comenzamos a ensayar Ay Carmela, de José Sanchís Sinisterra.

Usted ha compaginado el trabajo en cine, en teatro y en televisión, y en todos ha conseguido un notable reconocimiento, ¿se siente igual de cómodo en todos ellos o tiene alguna preferencia en especial?

Para mí son formas compatibles de actuar, aunque tengo que decir que siempre hago teatro… y otras cosas, que son cine y televisión; puedo compaginarlo y puedo llevarlo bien. Hago teatro de siempre y sigo haciendo teatro, además produzco teatro.

¿Ha vuelto la deseada normalidad al mundo de la cultura, en concreto al de la escena, con el casi fin de la pandemia?

Nos vamos acercando a la normalidad, y ya no es necesario en los teatros guardar distancia de seguridad, todas las butacas se pueden ocupar y la gente puede estar sin mascarilla. Además, el público está respondiendo muy bien y ha perdido en su mayoría ese miedo que llegó a haber, aunque también es cierto que aún hay gente que prefiere llevar la mascarilla, lo cual es respetable. Creo que a nivel teatral y de producciones audiovisuales la normalidad ha vuelto, sin olvidar esas revisiones que hay continuamente.

¿Cree que el público necesitaba poder volver a disfrutar del teatro y del cine?

Yo creo que sí, que de alguna manera era necesario. Y quiero añadir que durante toda la pandemia, justo después del confinamiento, fue muy gratificante ver cómo la gente que podía o quería acudir al teatro aplaudía de manera especial no sólo por el trabajo que habíamos realizado en el escenario sino por agradecimiento a que algo pareciera que era medio normal..., y nosotros también les aplaudíamos a ellos desde el escenario; se creaba como una comunión muy emocionante entre el público y nosotros porque realmente unos y otros estábamos muy agradecidos: el público porque nosotros siguiésemos ahí a pesar de todo, y nosotros porque ellos siguiesen viniéndonos a ver.

Las consecuencias de la pandemia han sido muy duras para el mundo de la escena, han sido muy duras para muchas productoras, entre ellas la mía, ha sido muy duro para muchos profesionales que se han quedado por el camino porque es muy duro vivir de esto, y más aún si te ponen tantos palos en las ruedas; y ha sido terrible económicamente, emocionalmente y a todos los niveles, además de que es una enfermedad que se ha llevado a mucha gente, y eso es terrible.

¿Son conscientes de que su labor ha sido como un bálsamo en esta pandemia, de que ha ayudado no poco a hacerla más soportable?

Estoy seguro de que la cultura es sanadora en todos los aspectos de la vida. La pandemia y el confinamiento nos han hecho darnos cuenta de que la cultura es un valor a cuidar, aunque a veces se nos olvidan muy pronto las cosas a los seres humanos cuando tenemos la barriga llena. Pero creo que quedó demostrado que necesitábamos ese apoyo en algo como la cultura, aunque fuese una visita virtual a un museo, para ayudarnos a todos; creo que nunca se ha consumido más cultura que dentro de casa cuando no podíamos salir en esos momentos tan difíciles.

¿Y sienten que la sociedad les ha agradecido suficientemente el esfuerzo que hicieron para mantener viva la cultura?

Quiero pensar que sí, al menos yo me he sentido muy apoyado en esos momentos, aunque haya algunas cosas en el sentido contrario que considero que no merecen ser reseñadas.

Desde su visión de actor de cine, ¿considera que Ávila es un buen escenario cinematográfico?

Creo que sí lo es, porque hablamos de una ciudad muy interesante, llena de palacios, de iglesias de todos los estilos, con una Muralla magnífica y muy bien conservada. Ávila es una ciudad preciosa que a mí me gusta mucho, pero tengo que decir que me suele pasar que vengo por la mañana y me voy por la noche, porque como está a una hora de Madrid parece que es más complicado quedarse, aunque también reconozco que tiene hoteles preciosos que son una joya. De hecho yo vengo muchas veces, y cada vez lo hago encantado.