Llegó el gran día. Este sábado, 20 días después de que se anunciara de forma oficial, el templo de la Santa se estrenó como Basílica Menor. 

La concesión de este reconocimiento se contempla en el Decreto firmado por el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, al que este sábado se dio lectura en una iglesia repleta para una ocasión que sin duda resultó muy solemne y en la que además se estrenó también uno de los símbolos que identificará a la casa natal de Santa Teresa como basílica, el denominado 'Umbrella' que procesionó antes de la eucaristía. 

Con este reconocimiento lo que se hace es tratar «de intensificar el vínculo con la Iglesia de Roma y con el Santo Padre, además de promover, al mismo tiempo, su ejemplaridad como centro de particular acción litúrgica y pastoral en la Diócesis».

Es así y así se encargó de recordarlo José María Gil Tamayo, administrador apostólico de Ávila quien presidió la eucaristía. Fue él precisamente quien solicitó en el mes de mayo este reconocimiento para un templo que por méritos propios lo merecía y así lo plasmó en diversos informes cuando hizo la petición a Roma. Así que el de ayer era para él sin duda «un gran día» y para celebrarlo se vio rodeado de gran parte de la sociedad civil, religiosa, militar... y  por supuesto del prior de la Santa, David Jiménez y del obispo emérito de Ávila, Jesús García Burillo.

Se notaba la emoción en sus palabras y es que estaba viviendo uno de los grandes acontecimientos en torno a Santa Teresa, enmarcado además en el IV Centenario de la Canonización de la Santa. Para cuando se celebre su gran fiesta, la del 15 de octubre Gil Tamayo ya no estará en Ávila pues ha sido nombrado arzobispo de Granada y allí estará destinado.

Entre David Jiménez y Gil Tamayo recordaron la importancia de la nueva basílica menor y el recorrido de por qué se ha llegado a ese reconocimiento.Fue la casa de Teresa en sus 20 primeros años de vida; se consiguió edificar sobre el solar de la casa natal muchos años después de su fallecimiento y ya canonizada, se puso la primera piedra en 1629, recordaba el prior, a la vez que ponía de manifiesto que es, tras la Catedral, el segundo templo en importancia de la capital.Se convirtió a lo largo de los años en lugar de peregrinaje de miles de devotos anónimos, pero también de santos y entre ellos del Papa Juan Pablo II, adelantó el prior de la Santa, En este pun to incidió después Gil Tamayo recordando que el entonces Papa llegó a Ávila y visitó este templo en  1982 por lo que «estamos a punto de celebrar el 40 aniversario de su visita». ¿Cómo no estrechar vínculos con el Papa?

Como llega además en el marco del Año Jubilar que celebramos con motivo del IV Centenario de la Canonización de la Santa, no dejaron pasar la ocasión de recordar que también el Papa Francisco fue el encargado de la declaración del Jubileo Litúrgico para el año en el que la festividad de la Santa coincida en domingo, algo que ya ha ocurrido en 2017 y 2018.

Para el prior de la Santa este acto significaba una mayor unión tanto de Ávila como del Carmelo con el Pontífice y con la iglesia y por ello dejó claro «mi más sentido agradecimiento al Santo Padre por esta dádiva». Para Gil Tamayo en esa mayor unión ahora con la iglesia y el Papa permitirá que la ya basílica sea lo que debe ser «escuela de la iglesia, de fraternidad y compromiso guiados por el magisterio de la Santa».