Más atasco, más asuntos pendientes y menos capacidad de resolución. Esta es, a grandes rasgos, la fotografía fija de la situación de los juzgados de Ávila que se desprende de los datos de la actividad de los órganos judiciales de todo el país publicados hace unos días por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Según este informe los juzgados de la provincia presentan la tasa de resolución más baja de todas las provincias (junto a Toledo), además de la sexta tasa de pendencia más elevada y la quinta tasa de congestión más alta de todo el país, lo que aleja a la provincia de la media nacional y la coloca entre las que presentan más problemas. De hecho, de Castilla y León es la que presenta los peores números en lo que a estas tres variables se refiere, lo que parece avalar la necesidad de las peticiones pendientes, el sexto juzgado de Primera Instancia para Ávila y el segundo de Penal.
En números absolutos, durante todo el año 2022 los juzgados abulenses (Civil, Penal, Contencioso-administrativo y Social) ingresaron 15.408 asuntos, lo que supone algo más de mil por órgano. De ellos se resolvieron casi 13.700, 913 por órgano, teniendo al final del periodo casi 8.600 asuntos en trámite, con una media de 572. El mayor número de asuntos ingresados se dio en la Jurisdicción Penal, con más de 8.000 y una media superior a 600 por órgano, mientras que el ámbito civil superó los 6.000 asuntos, con más de 500 de media. Los mayores asuntos pendientes estaban en los 10 Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, con casi 7.000 asuntos pendientes de los ámbitos civil y penal.
En cuanto a las sentencias, a lo largo del año 2022 se elevaron a 3.708, con una media de 247, a las que se suman 6.666 autos y 3.081 decretos. Dado el volumen de asuntos que manejan también fueron los juzgados de Primera Instancia e Instrucción los que tienen más sentencias, con más de dos mil. De esos números hay que destacar las sentencias registradas (2.438), resueltas (2.805) y en trámite (6.408)
Con todo, las tasas que ofreció el CGPJ sobre la actividad en los juzgados y tribunales de toda España pueden dar una idea más precisa sobre la situación de los órganos judiciales de cada provincia, al ponerlas en contexto y relacionar la capacidad resolutiva con las cargas de trabajo. Y ahí es donde se refleja con más nitidez el atasco que presenta Ávila.
Así, la tasa de resolución (pone en relación el volumen de ingreso con la capacidad resolutiva) se situó el año pasado en 0,89 en Ávila, siendo la más baja de todo el país (junto a la de Toledo), frente a la media nacional del 0,97. Un órgano, territorio o jurisdicción está en mejor situación cuanto mayor sea su tasa de resolución y si es mayor que 1 indica que se está resolviendo más de lo que ingresa, algo que no se estaría haciendo en Ávila.
La tasa de pendencia (cociente entre los asuntos pendientes al final del periodo y los resueltos en ese periodo) se situó en 0,63, frente al 0,53 de la media nacional. La provincia se encuentra entre las siete provincias del país con mayor pendencia (la sexta tasa más alta) y un territorio está en mejor situación cuanto menor sea su tasa de pendencia.
La tasa de congestión (pone en relación los asuntos pendientes, los registrados y los resueltos) se situó en Ávila en 1,65 entre los cuatro ámbitos (civil, penal, contencioso y social), siendo la quinta más elevada del país. Aquí se está en mejor situación cuanto menor sea tu tasa de congestión, siendo la media nacional de 1,52. Según estos datos, la mayor tasa de congestión se sitúa en Ávila en el ámbito social (1,85), seguido del civil (1,76), penal (1,56) y contencioso (1,38).