Distribución y colocación de vidrio, instalación de telecomunicaciones, construcción, depuración de agua en pequeños municipios, reparación de llantas o instalaciones eléctricas son algunos de los ámbitos de actividad de varias de las empresas instaladas en la actualidad en el vivero empresarial que gestiona la Cámara de Comercio e Industria de Ávila en el polígono de Las Hervencias. Ahora mismo, once de la docena de naves que pone a disposición de los emprendedores se encuentran ocupadas, por lo que roza el cien por cien de su capacidad.
Allí tienen cabida negocios que acaban de echar a andar cuya actividad se enmarca más en el sector industrial, como los ya citados, pero también otros cuya vocación es puramente comercial o bien de servicios. Es el caso, por ejemplo, de una empresa dedicada al comercio al por mayor de perfumería y cosmética y de otra de venta online de vapeadores y de artículos relacionados con el vapeo.
Pese a que cada una tiene un tipo de cliente y un negocio distinto, todas ellas tienen algo en común: su trayectoria empresarial dio sus primeros pasos en este espacio, cuyo coste resulta más económico que el que pagarían por naves cuyo alquiler está a precio de mercado, de manera que permanecer en el vivero facilita su despegue. «Crear una empresa requiere, a menudo, de una serie de recursos difíciles de alcanzar y que te facilita un vivero, tales como unas focinas a un precio más asequible, salas de reunión e incluso la posibilidad de participar en todos los proyectos y servicios que ofrece la Cámara de Comercio e Industria de forma gratuita», subraya su presidente, Alberto Pascual, que en julio se puso al frente del órgano cameral después de que permaneciera casi tres años sin actividad, tiempo en el que a pesar de las dificultades el vivero de empresas permaneció activo bajo la gestión del Consejo Regional de Cámaras . De hecho, sus instalaciones son hoy la sede principal de la propia Cámara de Comercio e Industria de Ávila en esta nueva etapa, lo que en su día supuso prescindir de dos de las catorce naves originales precisamente para habilitar más espacio para oficinas.
Los servicios a los que alude Pascual «aportan un valor añadido y permiten a las empresas crecer y consolidarse», si bien «más allá de la infraestructura y del ahorro de costes, el vivero de empresas ayuda a insertar a los usuarios en un ecosistema propicio en el que las diferentes iniciativas empresariales se apoyan y ayudan entre ellas», recalca el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Ávila, que cifra en unas sesenta las iniciativas empresariales que a lo largo de la andadura del vivero «han ido rotando en las diferentes naves iniciando en ellas su idea de negocio y, en algunos casos, consolidándolo».
Aunque inaugurado el 13 de enero de 2010 por los hoy reyes eméritos don Juan Carlos y doña Sofía, el vivero de empresas de la Cámara de Comercio, denominado en un primer momento vivero industrial, echó a andar dos años antes de aquella inauguación oficial. En concreto, en noviembre de 2008, siendo levantado en una parcela de propiedad municipal de algo más de 5.000 metros cuadrados que fue cedida para ese fin por el Ayuntamiento de Ávila. Quince años han transcurrido desde que comenzó su actividad y, según recoge la hemeroteca de este diario, su construcción y puesta marcha supuso una inversión de 725.000 euros, aportados por la Fundación del Instituto Cameral de Creación y Desarrollo de Empresas (Incide) y la Cámara de Comercio de Ávila al 60 y al 40%, respectivamente, un proyecto a cuyo desarrollo también contribuyó el Ayuntamiento de Ávila con la cesión de los citados terrenos en los que se ubican las instalaciones, valorados entonces en 356.087,29 euros.
Una de sus singularidades es que los viveristas no tienen un plazo máximo de permanencia en el vivero, de ahí que la cifra de negocios que han nacido en él no sea abultada a pesar de que ya son quince los años transcurridos desde su apertura. «Es lo que le distingue de otros viveros», subrayan fuentes del órgano cameral. De hecho, de entre las empresas que lo ocupan hay alguna -las menos- que permanecen allí desde el inicio.
En los tres lustros de andadura del vivero de empresas de la Cámara de Comercio e Industria de Ávila también hubo momentos complicados de distinta índole, pero hoy por hoy está consolidado. Además de empresas dedicadas a los sectores ya citados, desde el año 2018 han pasado por sus naves otros proyectos de negocio, entre ellos de impresión 3D, de reparación de puertas, de fotografía, pero también una academia de baile y hasta una herboristería. Tampoco hay que olvidar que, tras el incendio que en noviembre de 2017 arrasó la fábrica de Ornua situada en el polígono de Vicolozano y mientras avanzaban las obras de construcción de una nueva planta de producción, el personal de administración y servicios de esa compañía trabajó desde las oficinas del vivero de empresas de la Cámara de Comercio de Ávila hasta que, dos años después, su plantilla pudo trasladarse a las renovadas instalaciones.