La renovación de la parte 'vieja' de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Nuestra Señora de Sonsoles se completará en la primera semana de marzo, según confirmó el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, en respuesta a una pregunta del procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, que se preocupó por esta infraestructura y, sobre todo, por una posible falta de personal ahora y cuando vuelvan a estar disponibles las 14 camas.

La UCI de Ávila disponía de ocho camas antes de la pandemia pero, durante ella y ante mayores necesidades, se realizó una ampliación de seis camas más, quedando en 14 de forma definitiva tras una inversión de 521.000 euros en infraestructura y 280.000 en equipamiento. Ahora donde se está actuando es en la zona de las ocho camas iniciales, que llevaba 40 años sin mejoras.

El consejero de Sanidad recordó que actualmente se hacen las mejoras con una inversión de 179.000 euros (175.000 para obras y 4.000 para equipamiento), en lo que supone una segunda fase de renovación de la unidad tras la hecha en la pandemia y hará posible contar con «boxes individuales» en toda la UCI. Se está preparando para que entre en funcionamiento, insistió, en cuanto terminen las obras, «inmediatamente», y se hará tanto con el equipamiento como con el personal, después de una obra que comenzó el pasado noviembre.

Es por ello que Vázquez mostró su «sorpresa por la pregunta» dado que considera que el procurador abulense conocía los plazos y sospechaba que tenía que ver más con «oportunismo político» o por cumplir con el cupo de preguntar.

Estas declaraciones las hizo el consejero después de que Pedro Pascual se refiriera a que, con motivo de estas obras, están disponibles seis camas de la UCI (las que se ampliaron en la pandemia) y se están utilizando cuatro de la zona de reanimación anestésica, «más bien tres», puntualizó. Esto lo considera «insuficiente» porque «hay patologías que requieren que los pacientes intervenidos sean trasladados unas horas o unos días a una cama de UCI para poder controlarlos mejor». Pero sin camas hay operaciones complejas que no pueden llevarse a cabo, insistió.

Respecto al personal, dijo que en esta zona de reanimación solo hay turnos de mañana y tarde de lunes a viernes, y no de noche o fines de semana o festivos, por lo que «si algún paciente debe ser controlado» se tiene que hacer con «contratos de última hora o personal de la propia UCI». 

Es por ello que insistió en que se confirmara que iba a haber personal «estable» para las 14 camas cuando finalicen las obras.

el proyecto. El proyecto que ahora se ejecuta fue presentado el pasado mes de octubre cuando se dio a conocer que se pretendía renovar esta UCI antigua para mejorar en habitabilidad y eficiencia energética, de modo que quedaría prácticamente la segunda planta del hospital Nuestra Señora de Sonsoles para Cuidados Intensivos, dentro de una superficie de casi 300 metros en los que se actúa.

Las obras son en la zona más oscura por lo que la idea era pasar, al menos en parte, camas hacia la fachada sur. Para ello se tiran tabiques y colocan mamparas de vidrio para que la luz fluya y haya el mismo ambiente que en la zona nueva.

Además se mejorará la conexión entre las dos zonas UCI, la antigua y la nueva, con modificaciones en las puertas, con una conexión que facilitará el cuidado de los enfermos.

Todo ello manteniendo la posibilidad de que en el futuro se pueda hacer una división de espacios si es necesario por una pandemia como sucedió con la covid-19.