El programa de integración sociolaboral Incorpora de la Fundación La Caixa lleva años vigente en Ávila. Hace escasas semanas desde la entidad hacían balance de los seis primeros meses de 2022 y en ese sentido apuntaban que han atendido a 130 personas en busca de un empleo. En torno a 60 lo han logrado y eso es en parte gracias a la implicación de una treintena de empresas en esta iniciativa, que tanto significa para esas personas que acceden a un puesto de trabajo y a una de las cuales hoy daremos voz. Esas empresas 'aliadas' se encargan de dar una segunda oportunidad y en ocasiones, una primera, a quien está en una clara situación de vulnerabilidad.
Por supuesto que este programa no sería nada sin sus técnicos, Marta Muñoz y Enrique Prieto, tremendamente implicados en esta causa desde el año 2006 (nada menos) y en compañía de Sonsoles Martín, quien imparte los cursos que se incorporaron allá por 2015.
A nuestra entrevistada, a la que llamaremos Álex le aconsejó otra entidad recalar en este programa, sobre todo porque «en éste impartían formación». Aquí llegó, apunta la técnico,«como una usuaria normal y en busca de empleo y sobre todo demandando información».
«Me animó mucho el poder hacer un curso encauzado hacia la restauración, para poder trabajar en bares y restaurantes y también el hecho de que podía hacer prácticas», relata Álex . Se trataba «de poder demostrar mi valía», algo que le ha servido mucho pues destaca Marta Muñoz esa capacidad de Álex «de no estar quieta, de querer aprender constantemente y, al fin y al cabo, esas ganas de trabajar desde el principio».
«Estoy muy agradecida porque me ha ayudado bastante.El tener un trabajo te da seguridad en otros aspectos de la vida». De algún modo además del aspecto económico está «lo social», el poder relacionarte de nuevo con más gente porque de alguna manera Álex se apartó de la sociedad y a ella necesitaba volver. Las puertas se abrieron «cuando yo pensaba que no iba a ser así».
Junto a los técnicos «me he sentido muy comprendida» y más porque «siempre he tenido mucho miedo al rechazo». Primero hizo unas prácticas y después, la llamaron para trabajar ,y además en el camino siempre ha contado con la intermediación de la técnico a la que trata ya como una amiga. En ella se apoya, si bien el programa Incorpora es extenso y dado que trabajan con personas en riesgo de exclusión «se trabaja mucho también las competencias de los usuarios».
Ahora bien para esa técnico hay una cosa clara «a ella (a Álex) la contrataron porque es una curranta nata y lo da todo».