Un hombre y una mujer, vecina de Navalperal de Pinares, se enfrentan a la petición de 15 años de cárcel como presuntos responsables de un delito continuado de agresión sexual a una menor de edad, el primero, A.J.S., en concepto de autor, y la segunda, Y.P., como cooperadora necesaria. Según se expuso durante el juicio celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Ávila, el cual quedó visto para sentencia, los supuestos hechos habrían ocurrido en el domicilio de la entonces pareja sentimental, en la citada localidad abulense, entre los años 2015 y enero de 2020, cuando los dos procesados residían con la hija de la mujer, que entonces tenía entre 7 y 12 años. 

El Ministerio Fiscal y la acusación, en manos de la Junta, consideran probado que en ese tiempo el hombre, que ejercía como padre, abusó sexualmente de la niña con acceso carnal (penetraciones, introducción de objetos, sexo oral...), le realizó tocamientos, le obligó a masturbarle y le instó a ver vídeos pornográficos, todo ello para satisfacer sus deseos libidinosos. Todo ello, según la acusación y el fiscal, lo hizo con el conocimiento de la madre de la menor, que lejos de denunciar los hechos, habría consentido los mismos, al haber presenciado las agresiones alguna vez y recibido esa información por varias partes, entre ellas la de su propia hija, sin hacer nada al respecto, todo lo contrario. 

De esta manera, fiscal y acusación particular elevaron sus conclusiones a definitivas al considerar que tanto el padrastro como la madre son responsables de un delito continuado de agresión sexual (bien como autor o como cooperadora necesaria) y pedir para cada uno 15 años de prisión, la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, la privación de la patria potestad de la menor en el caso de la madre y la prohibición de acercarse y hablar con la niña durante 20 años, entre otras medidas como una indemnización por responsabilidad civil en concepto de daños psicológicos y morales cifrada en 50.000 euros (acusación) y 20.000 euros (fiscal).

Las defensas se mostraron disconformes con las acusaciones y pidieron la libre absolución de los acusados, al alegar que no cometieron los delitos. 

Las declaraciones de los dos acusados abrieron una vista oral en la que participaron una docena de personas, entre los testigos (incluyendo la niña) y los peritos.