De la posibilidad veraniega de que Eden Hazard pudiera liderar el ataque del Real Madrid cuando no estuviera Karim Benzema, a la completa nebulosa que rodea a un jugador belga que se ha visto relegado al ostracismo de la suplencia, sobre todo, por el buen hacer de un futbolista que no para de crecer: Rodrygo Goes se ha convertido, a base de goles y geniales actuaciones, en la alternativa perfecta para cualquier misión ofensiva.
Como si de un camaleón se tratase, el brasileño se adapta a cualquier ecosistema en la línea atacante. Pasando desapercibido para las defensas contrarias, como si el blanco de su camiseta se fundiese al verde del césped para eludir todas las miradas, el extremo se ha destapado como la principal alternativa ante una hipotética ausencia de Benzema, algo que no tardó ni un mes en suceder en la presente temporada.
Si se observa el tan manido mapa de calor del jugador sudamericano en LaLiga, el cual mide el tiempo medio que permanece en una posición en el césped, se puede comprobar que su influencia en el juego del bloque merengue no se puede circunscribir a una parcela del campo.
Aparece por la derecha, por la izquierda, por el centro y en cualquier zona donde su instinto detecte que la jugada se va a tornar sobre la portería contraria. Porque, además de calidad y técnica, aunadas en 1,74 metros de altura, Rodrygo hace gala de ese olfato que solo los grandes futbolistas presentan en los últimos metros del terreno de juego.
Esa cualidad suya se hizo patente la pasada campaña en el tramo decisivo de la Liga de Campeones, donde de nuevo, tan solo hacen acto de presencia los elegidos, los tocados por la varita mágica de la ubicuidad. Sus tantos en el partido de vuelta de cuartos ante el Chelsea en el Santiago Bernabéu, forzando la prórroga y encarrilando la posterior victoria de su equipo, y frente al Manchester City en el duelo de vuelta, también en el feudo madridista en semifinales, fueron las dos 'orejas' del trofeo de la Champions que acabó levantando el conjunto de Carlo Ancelotti en París ante el Liverpool.
Ese 'despertar' está teniendo una continuidad incuestionable este curso. El futbolista al que algunos denominaban 'míster Champions', por su acierto hasta rutinario realizador en la máxima competición de clubes en comparación con el torneo doméstico, parece haber cambiado de escenario favorito.
El brasileño no se ha estrenado este año en la Liga de Campeones, en la que ha disputado 95 minutos. Pero sí suma tres dianas en el campeonato de la regularidad. Vio portería contra el Betis, el Mallorca y el Atlético, por lo que encadena un total de tres duelos consecutivos convirtiendo al menos un tanto.
Más allá del gol
Sin embargo, sus estadísticas generales están por encima de su acierto de cara a la portería contraria. Rodrygo promedia 2,5 regates con éxito por choque y un 85 por ciento de pases acertados en campo contrario.
Cuando Hazard, por su nombre y trayectoria, se posicionaba como la sombra de Benzema, Rodrydo derribó la puerta y Ancelotti ha sacado el máximo partido de ello.