Diego Rubio, de nuevo al quirófano

A.S.G.
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La última fractura de cúbito y radio no curó como debía. «Volver a pasar esto es un trago amargo, pero cuanto antes, mejor»

Diego Rubio, en Navaluenga antes de entrar en quirófano. - Foto: Diego Rubio

De nuevo a pasar por quirófano.Toca arreglar lo que fue una chapuza. «La obra que tienen que hacer no es pequeña, es de las buenas» asume con cierta resignación Diego Rubio (Burgos BH).No le queda otra después de un año de quirófanos, médicos, rehabilitaciones... De todo menos de ciclismo, lo suyo. Cuarta operación para el ciclista de Navaluenga, que este viernes vuelve a entrar en quirófano para arreglar los 'desperfectos' de una mala intervención el pasado mes de mayo por la fractura de cúbito y radio que sufrió en el Tour de Estonia. No sólo la fractura no ha soldado, sino que el brazo está torcido.Casi 40 grados. Y no sólo es su vida deportiva, sino su vida cotidiana. Hay que arreglarlo.    

Entrará en el quirófano de nuevo para «quitar la placa que me pusieron por la parte de arriba del radio.Está mal puesta. Ni siquiera tiene sentido que estuviera puesta ahí» resume Diego Rubio. Se fracturó en Estonia el cúbito y el radio.En este último «había una fractura grande, una zona estallada y al no estar bien colocado no sólo no se ha curado sino que se ha torcido más. El brazo está muy torcido y hay que volver a abrir, quitar la placa y abrir por abajo. Me van a tener que coger hueso de la zona de la pelvis para hacer un injerto y usarlo para que suelde y recolocar el hueso. En pocas palabras, para calzarlo y ponerlo recto, poniendo una placa por la zona de inferior.Tienen tarea. El cúbito no lo tocan pero no está soldado todavía» explica el abulense ante un nuevo paso por quirófano y una recuperación sin plazos ni fechas. «Ni me dicen, ni me van a decir, ni pregunto por ello» valora ante una intervención en la que le van a inmovilizar, algo que en la anterior ocasión no hicieron.

«Quiero que llegue ya, que lleguen las 9,00 de la mañana –hora prevista de la operación– pero por otro lado va a ser el cuarto quirófano en un año y la última vez lo pasé mal» recuerda Diego Rubio. «Volver a entrar supone un trago amargo, desagradable... Pero como no hay más opciones, cuanto antes mejor» comenta el abulense, con ganas ya de cerrar este desagradable capítulo.

Cuarta operación en un año

De médico en médico.Así un año. Le resulta duro a Diego Rubio mirar hacia a atrás en el tiempo. Va llegando a su fin una temporada 2022 para olvidar, pero el cierre de la 2021 no fue mejor. Entonces la primera intervención.    Una infección le obligaba a bajarse de la bicicleta en el  final de la Vuelta a España para pasar por quirófano. «No quería acabar así el año» decía entonces el abulense, esperanzado en un mejor 2022 que le ha dado la espalda. Apenas había llegado el mes de febrero y en una de las primeras carreras del año, el Trofeo Port d'Alcudia de la Challenge de Mallorca, el abulense se iba al suelo. Al quirófano por una fractura del cuello del fémur derecho. Se aplicó el ciclista de Navaluenga en la rehabilitación para volver lo antes posible. Y lo hizo. En el mes de mayo, y tras mucho trabajo, el abulense se subía de nuevo a la bicicleta –«Lo más importante, estamos de vuelta.Por fin con un dorsal»– para disputar el Tour de Estonia. Ni 48 horas le duró la alegría, porque en la segunda etapa se iba al suelo. Fractura abierta de cúbito y radio que le llevó a ser operado de urgencia en Estonia. Una chapuza. Ahora, cuarta operación para arreglar lo que no arreglaron.