“Pedro Sánchez lo que pretende es que paguemos tres veces por el uso” de las autopistas. Así lo aseguró este miércoles en Ávila Antonio Silván, portavoz de Agenda Urbana del PP en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Senado, a la conclusión de la reunión que mantuvo, acompañado de distintos miembros del PP de Ávila, con representantes empresariales de distintos sectores que se pueden ver afectados por la imposición de peajes en las autovías, para mostrar la oposición de los populares a “este disparate”.
Silván insistió en que se trata de “un ejemplo más de lo que significa gobernar enfrente de la realidad”, ante un “escenario complicado” como el que existe por la situación provocada por la pandemia y que está provocando que se esté “pasando mal desde el punto de vista sanitario, social y económico”. Y ahora, continuó diciendo, “de la noche a la mañana, el Gobierno de España, con Pedro Sánchez a la cabeza, ha firmado, ha validado un Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que ha presentado a Europa, que ha aprobado el Consejo de Ministros, donde se pretende meter un auténtico hachazo fiscal”, que en este caso afecta a los usuarios de las autovías. Silván lo calificó como “despropósito, disparate y aberración”, y señaló que se está asistiendo a una “ciclogénesis fiscal” que es “absolutamente insolidaria”.
Silván recalcó que la imposición de peajes en las autovías es “un auténtico despropósito” porque “esas autovías que hoy pretenden hacernos pagar con un peaje ya están pagadas. Se han pagado a través de los impuestos, de los Presupuestos Generales del Estado, y el Gobierno de España quiere que las paguemos dos veces, y yo digo que tres veces. Dos veces a través de ese peaje y la tercera vez es que todo ese coste a mayores que se va a producir en la prestación de ese servicio, o en el traslado de esa mercancía, o en la cantidad de microactuaciones que todo el transporte por carretera produce, va a repercutir en cualquiera de nosotros”, ya que formará parte de un coste de explotación, de producción “y supondrá un mayor desembolso por parte del abulense, del español”.
En este sentido, Silván anunció que el PP ha emprendido una serie de acciones en las distintas instituciones en las que está presente (Congreso, Senado, Cortes de Castilla y León, diputaciones y ayuntamientos) en las que pretende recoger “el sentir del sentido común”. Y añadió que esta medida supondrá reducir la competitividad de las empresas y tendrá su repercusión en la seguridad vial, ya que muchos transportes y viajes que antes se hacían por autovías, si prospera esta medida, se trasladarán a carreteras convencionales “que no recogen los criterios técnicos adecuados para asumir determinados transportes”.
Silván recalcó que “se trata de una infraestructura pública, que el Gobierno de Sánchez quiere privatizar” y apuntó una serie de datos que, a su juicio, respaldan su oposición a esta medida. Así, apuntó que “en torno al 85, 87 por ciento del transporte de mercancías en España se realiza por carretera” y si se quiere poner un peaje de 0,03 céntimos por kilómetro, supondrá para cualquier usuario un coste de “3 euros al día si hace un trayecto de 100 kilómetros al día, millones de personas hacen ese trayecto al día; 15 euros a la semana; 65 euros al mes; 700 euros al año. Y si nos vamos al transportista estamos hablando de 15.000 euros al año, unos 1.200 euros al mes”. “Cifras tremendamente importantes, que siempre lo son, pero más aún en estos momentos”, señaló Silván.
A su vez, Silván insistió en que “el único gobierno, el único presidente que ha avalado, ha firmado, ha formalizado esta decisión ha sido el presidente Sánchez” y aseguró que durante los gobiernos del PP realizaron estudios y evaluaron escenarios para analizar si implantaban esta medida, “pero esta decisión nunca se tomó ni se llevó a un Consejo de Ministros por parte de un gobierno del PP”, ni con Mariano Rajoy ni con José María Aznar.
Por su parte, Óscar Arroyo, vicesecretario de Políticas Sectoriales del PP de Ávila, recalcó que esta propuesta “entendemos que no ha seguido los trámites adecuados, no ha contado ni con el respaldo ni con la participación de los sectores a nivel técnico ni de la parte política, y sobre todo se ha hecho con nocturnidad, y casi con alevosía, sin contar con nadie”.
Y añadió que se ha presentado ante Bruselas y “supone un compromiso real” al que “tenemos que hacer frente todos los ciudadanos, y no solo los ricos, como figura en esos eslóganes que una y otra vez deja caer el Gobierno de Pedro Sánchez”.