Era el debut en el banquillo del Sancti Spíritu –su primer partido había sido en Miranda– como entrenador del equipo sénior y fue una tarde dura para IvánLastras. «Al final la clasificación no engaña, el Real Ávila es un equipazo, un conjunto que compite muy bien, intenso, que no concede en defensa. La victoria que han conseguido es merecida. Es cierto que el partido se ha roto donde habíamos hablado durante la semana, que no teníamos que regalar nada ni cometer errores. Lo teníamos hablado, debíamos hacer un partido largo, tratar de buscar el balón parado, acciones aisladas pero no nos han concedido nada, y cuando tienes que ir a remolque ante un equipo así es muy complicado».   

Un primer gol que llegaba de un error propio y «el segundo no sé si llamarlo genialidad o cómo llamarlo.Parecía que no tenía peligro y ha terminado siendo un golazo».

Le costó al Diocesanos en la segunda mitad generar peligro. «No hemos generado nada. Sólo un remate de Vicente al travesaño al final. La sensación era que no les metíamos ni siquiera el miedo en el cuerpo, que no les hacíamos dudar...Y eso con el paso de los minutos se nota».

Acabó tocado el equipo tras lo visto en el partido. «No les podemos reprochar nada a los jugadores.Han tratado de hacer lo que les hemos pedido, la predisposición es buena, el trabajo también pero saben que van quedando pocas jornadas y cada partido que no ganas es una oportunidad perdida y ya van quedando pocas oportunidades».