Ponferradina B.

Nikita Fedotov, Javi Rodríguez, Ibra Janis, Omar, Javi Mancha (Klein, 74'), Nico Díaz, Mauro (Arias, 83'), Carlos Jiménez, Yannis (Moussa, 64'), Castañeda y Hugo Fernández.

Real Ávila.

Paisa; Carlos Pascual, Diego Rubio, Sito, Peñalvo; Tena (Dani Marqués, 85'),  David Sanz, Ivi (Alberto Martín, 76'), Javi de Mesa (Babu, 62'), Jorge Velasco (Toper, 62') y Adeva.

Árbitro.

Quirce Lorenzo

Mostró cartulinas amarilla a los locales Yannis, Javi Mancha y Mauro Molina; y al encarnado Tena.

Goles.

Sin goles

Incidencias.

Encuentro correspondiente a la jornada 18 disputado en el Compostilla -Vicente del Bosque. 

El Real Ávila estaba avisado, pero cayó en la trampa. Los de Borja Rubiato no pudieron pasar del empate –el tercero consecutivo– ante la Ponferradina B, un equipo correoso que ya le llevó al límite en la primera vuelta en el Adolfo Suárez y que no dejó que los encarnados se llevaran del Compostilla Vicente del Bosque tres puntos. Lo cierto es que el Real Ávila fue mejor. Los de Borja Rubiato hicieron méritos para haber movido el marcador, pero no consiguieron perforar la portería de un equipo que ha conseguido hacerse fuerte en las últimas jornadas gracias a su solidez defensiva. Cuarto partido consecutivo en los que el equipo de Rubén Vega no encaja gol. Reparto de puntos y sensaciones contrapuestas para un Real Ávila que suma ocho jornadas seguidas sin perder pero al que se le antoja corto el botín conseguido ante los méritos realizados.

Transcurrieron los primeros minutos sin que nada remarcable sucediera sobre el césped del Compostilla - Vicente del Bosque, con ambos equipos tanteándose con respeto a la espera que se abrieran las hostilidades. No fue hasta pasado el primer cuarto de hora de juego cuando llegó el primer disparo a puerta del partido en un lanzamiento de falta para el Real Ávila que ejecutó con mucha intención David Sanz pero que no sorprendió a Nikita Fedotov, que atajó sin problemas el balón.

El ligero dominio que los de Borja Rubiato habían empezado a ejercer se incrementó en los minutos siguientes, con mayor posesión de balón  aunque sin conseguir traducirlo en ocasiones de gol ante la tupida defensa berciana. Mediado el primer tiempo, otra falta fue el origen de una peligrosa acción del Real Ávila. La defensa local despejó inicialmente, pero el balón le llegó a Peñalvo que, sin pensárselo y desde la lejanía, soltó un potente disparo que se marchó fuera muy cerca de la portería de la Ponferradina.

Fue lo más cerca que estuvo cualquiera de los dos equipos de cambiar los guarismos iniciales del marcador en un primer tiempo cuyo cierre sin goles no pudo sorprender a nadie que estuviese viendo el partido, muy táctico y de pocos riesgos por ambas partes en sus primeros cuarenta y cinco minutos.

Tras el paso por los vestuarios, los primeros compases del segundo tiempo parecieron augurar un cambio de decoración. El Real Ávila salió decidido a poner cerco a la portería rival y con mayor ritmo y verticalidad que en el primer tiempo empezó a pisar con más frecuencia las inmediaciones del área berciana. Sin embargo, a todas las llegadas les acabó faltando definición en los últimos metros, fuera para generar peligro en el último pase o para ganar la partida a la zaga local cuando los abulenses tuvieron opción de intentar el remate a puerta.

Pero con el paso de los minutos las energías renovadas con las que los abulenses habían iniciado el segundo tiempo fueron apagándose y el partido volvió a igualarse en el centro del campo, con mayor dominio de los de Rubiato pero sin traducción en ocasiones de gol.

El técnico movió piezas en su equipo con la entrada de Toper y Babu por Velasco y Javi de Mesa, un doble cambió al que poco después se añadió el de Alberto Martín por Ivi. Dispuso de una falta peligrosa el Real Ávila cerca ya de entrar el cronómetro en el último cuarto de hora del partido. La ejecutó de nuevo David Sanz, que en los últimos partidos está tomando galones, pero su disparo se marchó por encima del travesaño de la portería del filial berciano.

También en un lanzamiento de falta llegó la ocasión más clara de los locales, que no quisieron cerrar el partido sin inquietar al menos una vez a  Paisa, que volvía a la titularidad. Su intervención evitó que la Ponferradina B se pusiera por delante a cinco minutos del final.

Pese al susto, no renunció el Real Ávila hasta el pitido final a buscar los tres puntos y Borja Rubiato trató de dar mayor profundidad a su equipo con la entrada de Dani Marqués en el puesto de Tena. Pero las buenas intenciones no bastaron para desarbolar la ordenada defensa de una Ponferradina B que siempre pareció dar por bueno el empate que acabó cosechando.