Es, sin duda, la procesión más tierna de toda la Semana Santa abulense. El Colegio Milagrosa Las Nieves celebró este martes su ya tradicional Procesión de Los Niños, una cita que casi sin darse importancia se va consolidando en el calendario del Tiempo de Pasión abulense y que congrega en las calles de Ávila a cientos de personas, la mayoría, como es lógico, padres y abuelos de los 150 pequeños que conforman esta cofradía tan especial.

Con el termómetro apenas unos grados por encima del cero, pero bien abrigados y muy metido en el papel, los cofrades de La Milagrosa Las Nieves formaron su comitiva con tanta ilusión como seriedad. Este martes era un día importante y lo sabían. Y por eso cumplieron con todas las normas que manda el protocolo procesional de estos días: paso cadencioso, siguiendo el ritmo marcado por el pandero de los profes; seriedad en el rostro; velas en las manos aunque, claro está, apagadas; y concentración. Toda la que les dejaban los entregados espectadores, deseoso por captar con sus cámaras cada instante del recorrido y de obtener el saludo de alguno de los miembros de la comitiva.

Pero pocos se salieron de su papel. En las procesiones se va en silencio y los niños del Milagrosa Las Nieves lo saben.

Ataviados con su ya tradicional vestimenta (hábito azul claro, en clara referencia a su uniforme del día a día y capa, capuchón y cíngulo blanco) y tocados con un corazón con la Medalla Milagrosa en el centro, los cofrades emprendieron camino por la calle de San Juan de la Cruz para, después, seguir sus pasos hacia la trasera de la iglesia de San Pedro.

Allí fueron recibidos por sus compañeros de cursos superiores que, en silencio, contemplaron tanto la cruz de madera que abría la procesión como los dos pasos que siempre salen en ella: la de la Virgen Niña y el Cristo, confeccionados en goma eva por los profesores del colegio.

Varios objetivos. «Esta procesión empezó en el patio del colegio», recordaba para Diario de Ávila Ruth García Lera, directora pedagógica de Educación Infantil. Una procesión que supera los 15 años y con la que se cumplen, además, distintos objetivos, explicaba ésta. «A nivel curricular trabajamos aspectos relacionados con la Semana Santa», mencionaba, y por otra parte hablaba también de la importancia que tienen actos como éste en una ciudad tan vinculada a la Semana Santa. La procesión del Milagrosa Las Nieves se despidió, también como es habitual, con una saeta junto al convento de San José.