Domingo del Prado

Los lunes de Domingo

Domingo del Prado


“Miró al soslayo, fuese y no hubo nada”

27/03/2023

Queridos cinco lectores:
Hoy les contaré en romance
una emoción de censura
que fue poco emocionante,
pues nos ficieron espoiler
antes de que comenzase.

Presentaban al Congreso,
como hombre presidenciable
a un señor que fuera otrora
un comunista notable,
un destacado orador
y economista brillante.
El San Tiago Abas de Vox,
con anzuelo inexplicable,
convenció al tal don Ramón
para que se presentase
a quitar de la poltrona
al Presi don Pedro Sánchez.
Nadie entendió tal unión:
—¡A estos dos no hay quien los case! 
Y aunque era mezcla explosiva,
el veintiuno, que era martes,
comenzaron la comedia
este par de comediantes.

Habló primero San Tiago,
que, más que hablar, dio el cante.
Tomó después la palabra
San Ramón, el aspirante.
Luego, más que las persianas,
se enrolló don Rollo Sánchez
en un extenso discurso,
sin decir nada importante,
tan sólo dándose coba
sin que lo escuchara nadie.
Como actores enzarzados
en muy sesudos debates
que dormían a las ovejas
y a cuantos los escucharen,
dijéronse allí de todo,
hasta enormes disparates,
echándose mutuamente
cubos de merda a raudales…
y una muy surtida sarta
de mentiras habituales;
aunque ninguno se inmuta
y no parece importarles:
—Lo que por uno me entra,
por el otro a mí me sale…
Cualquiera diría, oyéndolos,
que no están en su cabales…

Mientras tanto, don Fei… ¡Jó!,
jefe de Los Populares,
a la embajada de Suecia
acudió de visitante,
y así Fei… ¡Jó! se hizo el sueco,
y no asistió a tal debate
y tapose los oídos 
antes de que le sonasen…
—Ha sido —dicen los unos—
un hecho muy censurable.
Otros dicen: —Ir "pa ná…"
¡Mejor es no presentarse!
Fizo muy bien don Fei… ¡Jó!
en no asistir a esa clase,
pue los novillos que fizo
eran muy justificables:
—¿Pa qué voy, pa que me den
por detrás y por delante,
por la derecha y la zurda…?
¡Es mejor que yo los plante
en ese esperpento inútil,
bochornoso y lamentable!

Siguieron echando rollos
San Tiago y Santo Tamames,
que más parecían entrambos
los hermanos Zipi y Zape
haciéndoles mil trastadas
al bueno del Señorsánchez,
buscándole las cosquillas,
aunque no se las sacasen:
—Nuestra Hispania va de culo.
—Nuestra Hispania está muy grave,
y usted sigue en su poltrona
tan chulo, y dale que dale…
—Y sin ponerle remedio,
tan sólo inútiles parches…
—Y encima, ha soltado un rollo
cansino e inaguantable,
pues casi ha estado tres horas
diciendo barbaridades.
Así que cierre ya el pico,
tiene mucha labia… ¡cállese!
Que ya nos tiene muy hartos
y La Hispania está que arde
en deseos de, en el cúl..
dos puntapiés a usté darle…
—Convóquenos erecciones,
coja su maleta y váyase…

Pero no les hizo caso
el Presi don Pedro Sánchez
y dándose media vuelta,
enhiesto y sin despeinarse,
mirando hacia el gallinero
y con la tele delante,
y dejando con tres cuartas
de narices a Tamames,
lo mismo que a los de Vox,
y a todo el que se topase,
remató con estos versos
que escribiera el gran Cervantes:

—YO soy el más grande Presidente.
"Y quien dijere lo contrario, miente. 
Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese y no hubo nada".

ARCHIVADO EN: Pedro Sánchez, Censura, Vox