Castilla y León registra un superávit de 235 millones de euros en estos ocho primeros meses del año, lo que supone un 0,44 por ciento del PIB, frente al déficit de 439 millones, el 0,74 por ciento, en el mismo periodo de 2019.
Así lo recoge el Ministerio de Hacienda que publica hoy en su página web una serie de datos correspondientes a la ejecución presupuestaria que muestran el impacto de la pandemia provocada por la COVID-19 en las cuentas públicas, así como el efecto de las medidas adoptadas para gestionar esta emergencia sanitaria y mitigar las consecuencias de la crisis.
La Administración autonómica registra un superávit de 3.062 millones, lo que supone el 0,27 por ciento del PIB, frente al déficit del 0,26 por ciento del PIB registrado hace un año. Según Hacienda, esta evolución se debe a varias medidas adoptadas por el Gobierno para garantizar los recursos de las comunidades y dar respuesta a la emergencia provocada por la COVID-19.
Por el contrario, en los ocho primeros meses del año, el déficit del Estado se sitúa en 60.295 millones, lo que equivale al 5,39 por ciento del PIB. Si se deduce el efecto del gasto en intereses (déficit primario) la cifra se sitúa en el 4,02 por ciento, precisa Hacienda.
Todas las autonomías (salvo Navarra y País Vasco) registran hasta julio de 2020 un comportamiento más positivo que hace un año. Además, salvo estas dos regiones y Murcia, el resto, es decir un total de 14 autonomías, se posicionan en situación de superávit.
Ello se debe al adelanto de la financiación procedente del Estado, ya que se han transferido 6.000 millones correspondientes al Tramo I del Fondo COVID-19, 325 millones del Fondo extraordinario de prestaciones básicas de servicios sociales, 300 millones del programa de prestaciones sanitarias y farmacia.
Igualmente, se ha adelantado la ejecución de los recursos del Plan Estatal de Vivienda, lo que supone 447 millones; incremento de recursos provenientes de la mayor liquidación definitiva del sistema de financiación, y además con la actualización de las entregas a cuenta del sistema de financiación, se transfirió el importe derivado de dicha actualización entre marzo y abril.
Además, los ingresos se han incrementado un 9,6 por ciento. En este sentido, destaca Hacienda el aumento de los ingresos impositivos en un 8,7 por ciento, sobre todo los corrientes sobre la renta y el patrimonio, que crecen un 21,0 por ciento fundamentalmente por el aumento de las entregas a cuenta y de la liquidación definitiva del sistema de financiación y la subida registrada en las transferencias recibidas de otras administraciones públicas en un 14,3 por ciento, por los mayores recursos recibidos del Estado.