Gonzalo M. González de Vega y Pomar

En mi azotea

Gonzalo M. González de Vega y Pomar


Dejar con la miel en los labios

04/03/2021

La semana pasada pedía desde aquí a la Junta de Castilla y León que, si volvía a dar marcha atrás en sus decisiones, lo hiciera con cuidado para no atropellar otra vez a los más perjudicados dejándolos muy heridos en la calzada. Pero no, este pasado lunes, cuando ya había algunas esperanzas de desescalada -anunciada por el vicepresidente Igea- debidas a la mejoría de datos del Covid19 en Ávila, ha vuelto a retroceder sin mirar por el retrovisor y pasando sus ruedas por encima de ellos. Esas gravísimas lesiones –nadie hay que les presten los necesarios auxilios– están facilitando que muchos se encuentren dando ya los últimos jadeos de vida en sus negocios, economías y estado anímico. ¿Es tan difícil cumplir lo que se anuncia? Para ellos seguro al importarles nada los que dejan arrollados. ¡Estarían mejor calladitos!
Otra vez cambiaron de opinión. A pesar de lo dicho el último viernes por Igea que el criterio básico para rebajar las medidas sanitarias en las provincias sería que, de forma independiente, estas mantuvieran una ocupación de UCI inferior al 25 por 100  –Ávila está en el 22,5 %– en el Consejo de Gobierno extraordinario del lunes decidieron subirlo al 35 por 100 en todos los hospitales de la Comunidad para poder bajar de nivel de alerta.
Una irresponsabilidad más de quienes vocean «pretender reactivar la economía» y una falta de compromiso en este  caso para nuestra provincia a la que castigan con esperar otro tiempo más a esa desescalada, que ya no será individual sino para toda la Comunidad castellano y leonesa. ¡Donde dije digo, digo Diego!
Esta última decisión ha encontrado críticas desde Ávila. El presidente de la Diputación no ve porqué ahora, a trece puntos por debajo del nuevo límite impuesto por la Junta, no se nos ha desescalado cuando además los sectores más afectados económicamente llevan cerca de un año aceptando cuantas normas y restricciones se les piden. 
El alcalde de la capital señala los muchos sufrimientos económicos que están padeciendo los empresarios abulenses –también demasiados trabajadores– por lo que hay que comenzar cuanto antes esa desescalada, que permita en ciudades y provincias como Ávila se puedan rebajar esas restricciones.
La hostelería sigue muy enfadada por el trato que recibe –ello les lleva cada martes a protestar rompiendo platos ante la delegación de la Junta– y señalan que el gobierno regional les demuestra no pueden fiarse pues «cambian de criterio como de calcetines». Hace que se ilusionen para luego darles otra colleja que les conduce a una cada vez mayor desesperación y a engrosar las listas del paro. Según los últimos datos del Servicio Público de Empleo Estatal, en la provincia de Ávila ha aumentado en 53 personas durante el pasado mes de febrero para llegar a los 13.466 desempleados. 
Desánimo en los comercios del centro ‘El Bulevar’ quienes, a pesar de respetar las normas, no creen ellos sean la causa de la subida de contagios. Están ansiosos por volver a abrir de manera definitiva pues el no poder ejercer su actividad solo les ocasiona perjuicios económicos más sin recibir ayuda alguna. Igualmente los responsables de gimnasios y centros deportivos critican la nueva decisión al estar convencidos, que con las medidas que adoptan en sus instalaciones es difícil se produzcan contagios y hacer deporte contribuye a una mejor salud.
A ver si es cierto, como confirmaron anteayer los consejeros de Fomento y de Presidencia, a pesar de lo manifestado por el vicepresidente, que a partir de las 00,00 horas del lunes día 8 se suprimirán las medidas excepcionales impuestas por la pandemia permitiendo la apertura del interior de  la hostelería, centros comerciales, gimnasios y casas de apuestas con aforo limitado y así se reactivará la economía. Por favor, no olviden las ayudas prometidas.
Tampoco se comprende, si tanto están interesados en procurar la reactivación de la economía, que las Cortes de Castilla y León dejen fuera del Plan Territorial del Fomento de Medina del Campo a la ciudad abulense de Arévalo por «comprobar» no se dan los requisitos para incluirla en el mismo. Algo que. además de pedirlo el propio Ayuntamiento de la capital morañega,  solicitó por unanimidad el pleno de la Diputación del mes de enero. Pero conversaciones interesadas en despachos y pasillos -lo comentamos hace unas semanas- evitaron saliera adelante ya que ni la consejera de empleo ni los populares estaban por la labor. Sí en cambio Ciudadanos, su socio de gobierno.
Tras este estacazo señalan que la Junta estudiará “medidas complementarias” para evitar se perjudique a Arévalo por haber quedado entre los planes territoriales de Fomento de Ávila y Medina del Campo.
Que no sea, una vez más, dejar con la miel en los labios.