Casi el 64% de los votos de VOX procede del medio rural

Mayte Rodríguez
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La formación ganó en siete pueblos que, entre todos, suman solo 575 vecinos. En ellos puede estar el grito de auxilio de la España Vaciada ante el descontento con los partidos tradicionales

Casi el 64% de los votos de VOX procede del medio rural

 

El escaño en el Congreso de los Diputados que VOX acaba de ganar en la provincia de Ávila procede en gran parte del medio rural. Así se desprende del análisis de los resultados electorales del 10-N, que revela que el 63,45% de los votos de esa formación fueron depositados fuera de la capital. En términos absolutos significa que de los 17.259 votos obtenidos por la formación de Santiago Abascal en territorio abulense, 10.950 provienen de los pueblos, mientras que en la capital VOX recabó los 6.309 apoyos restantes.

El caso más significativo es el de los siete municipios en los que ganó las elecciones generales la candidatura al Congreso de los Diputados encabezada por Georgina Trías. Se trata de Grandes y San Martín, Ojos Albos, Pozanco, Santa Cruz de Pinares, Vadillo de la Sierra, Villatoro y Viñegra de Moraña. En todos ellos la segunda fuerza más votada el domingo fue el PP, partido que sin embargo ganó en esos municipios con holgura las elecciones generales celebradas en los años 2015, 2016, 2011 y 2008, lo que significa que al menos en la última década los vecinos de esos siete pueblos otorgaron mayoritariamente su confianza a las diferentes candidaturas que el PP presentó a las elecciones generales, a pesar de lo cual el 10-N cambiaron su voto para apoyar a VOX. Cinco de esos siete ayuntamientos están, además, gobernados por alcaldes del PP: Pozanco, Santa Cruz de Pinares ,Vadillo de la Sierra, Villatoro y Viñegra de Moraña.

Además de ser los municipios abulenses en los que VOX ganó las generales del domingo, los siete tienen otra cosa en común: son pueblos muy pequeños. De hecho, solo Villatoro y Santa Cruz de Pinares superan el centenar de habitantes (166 y 141, respectivamente según el último padrón del INE). El resto oscilan entre los 31 vecinos de Grandes y San Martín y los 67 empadronados en Viñegra de Moraña.

Todos ellos son, por tanto, claros representantes de la España Vaciada, que a su vez tiene uno de sus emblemas en la propia provincia de Ávila, que en su conjunto ha perdido 8.768 habitantes en los veinte años comprendidos desde 1998.

Esos siete pueblos no suman más que 575 habitantes, solo uno conserva su escuela (Santa Cruz de Pinares), en ninguno de ellos el médico de Atención Primaria pasa consulta a diario y también carecen de oficina bancaria permanente. Y son precisamente esas dos localidades las que más población han perdido en los últimos veinte años. El caso más sangrante es el de Vadillo de la Sierra, que pasó de 175 habitantes en 1996 a 67 en 2018, dejándose 108 vecinos por el camino. Tampoco Villatoro es el pueblo que era: a finales de los noventa tenía 251 vecinos, ahora se contabilizan allí 166. Los siete han perdido población, pero donde más se nota es en los dos más poblados porque en Santa Cruz de Pinares había 219 habitantes en 1996 y ahora son 141. Y así resta y sigue.

¿Y si detrás de la victoria de VOX en estos siete pueblos de Ávila hay una llamada de auxilio, un grito desesperado ante la sangría poblacional que sufren y a la que los partidos tradicionales no han aportado soluciones?

Desde luego, no deja de resultar llamativo que la candidatura al Congreso de la formación verde se impusiera a la del PP que lleva encadenando victorias desde hace al menos una década, probablemente desde el inicio de la democracia con las siglas que precedieron a la actual marca de los populares. Si bien es cierto que en el medio rural la fidelidad de voto resulta casi a prueba de bombas, el hecho de que VOX haya logrado su diputado por Ávila con la contribución esencial de los votantes de los pueblos puede tener su explicación en el descontento hacia los partidos tradicionales, en especial hacia el PP, en el que el medio rural abulense ha confiado casi ciegamente desde hace treinta años otorgándole su apoyo de forma contundente. Y aunque el 10-N siguió haciéndolo, ya no de una forma tan clara. No en vano, el PP no ha sido capaz de mantener el segundo diputado que en abril perdió en favor de Ciudadanos y que ahora se ha ido a VOX. Sin salirse de posiciones ideológicas conservadoras -ultraderecha en el caso de la formación de Abascal-, parte de los vecinos de los pueblos parecen haberse agarrado a otra opción. Al menos, los casi 11.000 votantes que han aupado a Georgina Trías al Congreso.

De los 10.950 apoyos electorales de VOX procedentes de los pueblos de Ávila, 4.982 fueron depositados en municipios de menos de mil habitantes, lo que significa que casi el 46% del voto rural proviene de los municipios más pequeños, los que cuentan con menos servicios y los que, por otro lado, son los más abundantes en esta provincia.