El comercio, "a la expectativa" ante las medidas de ahorro

L.C.S
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Los sectores afectados por las nuevas órdenes para el ahorro de energía destacan la dificultad que va a suponer el implantarlas

El comercio, "a la expectativa" ante las medidas de ahorro

Críticas por la unilateralidad, comprensión ante la necesidad de ahorrar, pero aviso de que será difícil ejecutarlas. Estas son las principales reacciones de los sectores abulenses afectados por las nuevas medidas de ahorro energético que ha decidido implantar el Gobierno de España.

Así, Jorge Álvarez, vicepresidente de la Federación de Comercio de CEOE Ávila, asegura estar un poco «a la expectativa» hasta que se aclaren del todo unas medidas que lamenta que no se hayan consensuado ni con el sector ni con las comunidades autónomas. «No tenemos claro ni las medidas ni las represalias que se puedan tomar en caso de que no se cumplan», comenta Álvarez, quien, en principio, reconoce que «está claro que hay que ahorrar energía, pero hay algunas medidas más polémicas que otras». Desde CEOE se considera que «apagar los escaparates a las diez de la noche en una ciudad como Ávila, eminentemente turística, va a dejar las calles un poco tristes. En otras ciudades dará igual, pero aquí creemos que no». En la cuestión de la temperatura, Jorge Álvarez tiene claro que «la calefacción aquí en Ávila es completamente necesaria, ya los grados dependerá un poco del local que tengas. Es que tampoco se puede unificar tanto. En cuanto al aire acondicionado, quizá aquí no sea tan importante», y es que el vicepresidente de la federación pone como ejemplo que «no es lo mismo lo que se necesita la calefacción en Ávila que lo que se necesita en Jaén» por lo que, a su juicio, «esto de lanzar medidas a nivel estatal y que no se unifiquen con las comunidades autónomas es un poco difícil de digerir. Este tipo de cosas hay que consensuarlas porque no somos todos iguales y no estamos todos en la misma situación. A nosotros no nos ha llamado nadie, nadie nos ha pedido la opinión, pero si no se lo han pedido a las comunidades autónomas, menos a nosotros». «Tampoco tenemos claro, por ejemplo, la obligatoriedad de las puertas automáticas, un gasto que a ver quién asume… ¿darán subvenciones para eso?, porque no todo el mundo se lo puede permitir y no todo el mundo lo puede instalar, dependiendo de la disposición de la tienda. Son este tipo de medidas las que consideramos que son arbitrarias para tomarlas sin haber consultado, por eso digo que estamos un poco a la expectativa», concluye Álvarez, quien pide «más información, porque de momento estará complicado implantar estas medidas».

Para Fernando Alfayate, presidente de la Federación de Hostelería de CEOE Ávila, la implantación de estas medidas no suponen una variación importante «con lo que veníamos haciendo, te ponen una temperatura mínima y máxima que ya estábamos cumpliendo. Antes el mínimo estaba en 21 y el máximo en 26 y ahora lo han puesto en 19 y 27, así es que prácticamente es lo que estábamos haciendo, y no somos tontos, si tenemos puesto el aire o la calefacción, pues tenemos las puertas cerradas. Son cosas un poco de lógica y es lo que estábamos haciendo». Desde la federación de CEOE se considera que «a nosotros nos afectará más en invierno con el tema de la calefacción y habrá que ver qué impacto tiene, porque en Ávila estamos acostumbrados en invierno a entrar en los bares y a estar calentitos. Nosotros haremos lo que nos manden, pero lo que sí que decimos es que dejen de legislar por cualquier cosas. Después de todo lo que hemos pasado con la pandemia…, parece que se ceban con la hostelería y el comercio. Que no nos obliguen a hacer cosas que luego ellos no predican con el ejemplo». Por úiltimo, Alfayate reivindicaba que "si lo que realmente quieren es que ahorremos, que bajen impuestos, tanto a nivel nacional, como autonómico y municipal. Ahí es cuando íbamos a ahorrar y a tener dinero en nuestros bolsillos, porque parece que lo que quieren hacer son medidas cosméticas». 

En el centro comercial El Bulevar desde este martes por la mañana el aire acondicionado ya está a la temperatura obligatoria de 27 grados y su gerente, Laura Álvarez, reconoce que «en la zona de restauración se nota que se ha subido la temperatura», pero tampoco en exceso porque «nosotros nunca hemos sido partidarios de tener una temperatura excesivamente baja, de hecho nunca la hemos bajado más allá de los 24 grados por un tema de eficiencia energética, básicamente». Es más, Álvarez afirma que «antes de estas medidas ya habíamos dado pasos pensando en el ahorro energético» por lo que aplicar ahora las que se marcan desde el Gobierno, «no creemos que nos vayan a suponer ningún problema más allá de cierta incomodidad para la gente con tres grados más». En el tema del alumbrado, teniendo que apagar los rótulos exteriores a las 22,00 horas y teniendo en cuenta que «en verano encendemos a las 21,30, lo que haremos es directamente no encenderlo, no vemos el problema». De hecho, afirma la gerente de El Bulevar, «ya hace un mes que Carrefour nos pidió que no encendiéramos su cartel luminoso del exterior, y es que, como digo, las grandes superficies ya han ido dando pasos porque todos estamos en el ahorro, ha subido mucho el gasto y además hay que colaborar porque sería mucho peor que se cortara el suministro. Eso sí que sería muy grave y negativo. Ante esa perspectiva, vamos a ayudar y cumplir las normas, como siempre».

lienzo norte. En el centro de exposiciones y congresos Lienzo Norte la variación en cuanto a la temperatura que marca el nuevo decreto no será muy diferente a la que ya se venía aplicando y que también estaba regulada, que marcaba unos mínimos y unos máximos de 21 y 26 grados. «Es un grado de diferencia de máxima, que no se va a notar mucho», asegura el gerente del centro, Gonzálo Súnico que se muestra más preocupado por «la calefacción a 19 grados, que sí puede ser un poco fresco para el invierno», pero que ve las medidas como «sensatas para los espacios públicos», aunque «la híper regulación me parece una locura porque no damos abasto y aplicar todas las medidas es imposible».

Más crítico se muestra Javier Margareto, gerente de los Cines Estrella y del Teatro Santo Tomás, que acepta que «si hay que hacer un ahorro energético y entre todos nos tenemos que apretar el cinturón, pues lo hacemos, pero es que hay cosas que son lógicas y otras que no lo son. Para nosotros poner la calefacción a 19 grados en los cines sería totalmente inviable porque estaría el público congelado. Al igual que con una temperatura de 27 grados podría ser que no hiciera tanto calor, ahora la tenemos a 22 más o menos, una 19 no la veo, no es real. Como usuario si voy al cine o al teatro y paso frío, pues no voy, me quedo en casa, y entonces nosotros tendremos que cerrar».