A finales de junio la Princesa Leonor de Borbón era noticia al reaparecer en nuestro país una vez finalizado su primer curso en Gales. Además lo hacía con un vestido de la firma Dándara, que dirige el empresario Ángel Burgueño, natural de la localidad abulense de Horcajo de las Torres y quien empezó en el negocio textil de la mano de su padre que abandonó este pueblo morañego para trasladarse a Madrid, donde empezó a abrir tiendas de moda. Tras un año estudiando en Gales, la joven reaparecía el 25 de junio junto a sus padres y su hermana en una visita privada y en los teatros del Canal de Madrid, donde acudió a ver a la bailaora y coreógrafa María Pagés.  Lo hizo luciendo un vestido camisero de la firma de moda española Dándara, que se agotó a las pocas horas de que la hija mayor de los Reyes se lo pusiera. El vestido tenía un precio original de 59,90 euros pero cuando Leonor se lo puso y protagonizó con él varias portadas de la prensa del corazón ya estaba rebajado y se podía adquirir a  39,90 euros, como recordaba Burgueño. 

Y si ya entonces llamó la atención el vestido, camisero, con fondo blanco y estampado geométrico en rojo y verde, más aún la ha llamado que prácticamente un mes después la Reina haya pedido prestado este modelo a su hija. Con él acudió este miércoles a su último compromiso en Madrid antes de partir hacia las islas Baleares y para asistir a una reunión de trabajo sobre salud mental en la sede madrileña de Unicef. A pocos pasó desapercibido que se trataba del mismo vestido que unas semanas atrás había llevado su hija, demostrando que ambas comparten no solo talla sino gustos, al menos en lo que a ropa se refiere. Y si cuando Leonor estrenó este modelo en Dándara ya mostraron su satisfacción porque la Princesa de Asturias hubiera elegido esta firma a la hora de vestir, ahora desde la marca que dirige Burgueño no han ocultado su «orgullo» porque madre e hija «compartan armario, apuesten  por la moda española» y, lógicamente, por esta marca. El director de la firma ya contó a este periódico que el hecho de que Leonor hubiera llevado un  vestido de esta marca suponía «una importante repercusión a nivel de comunicación y publicidad», que se tradujo en «un mayor tráfico en la página web» de la marca y también «en las tiendas». 

«Cuando la princesa o la reina se ponen alguna prenda, se agota», aseguraba entonces Burgueño sin saber que este vestido midi iba a gustar no solo a la hija sino también a su madre, hasta tal punto de pedírselo prestado. No es la primera vez, en cualquier caso, que la Reina Letizia luce un vestido de este horcajeño, ya que hace  unos meses la mujer de Felipe VI eligió un modelo de su otra marca, And Me Unlimited, que no solo se agotó sino que «generó preventa» de modo que muchas clientas quedaron a la espera de que el modelo se repusiera para poder adquirirlo.