La Junta asegura que «se está rematando el polígono»

Mayte Rodríguez
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La nave logística del Parque de Proveedores de Nissan traerá consigo la infraestructura eléctrica de la que carece en la actualidad la segunda fase del polígono, perjudicada por la quiebra de la constructora a la que se adjudicó en su día la obra

La Junta asegura que «se está rematando el polígono»

Solo hay una parcela disponible en el polígono de Vicolozano, se encuentra en la primera fase y tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados. Las 19 hectáreas (192.000 m2) que abarca en total la segunda fase de la principal área industrial de Ávila, pese a estar vacías las parcelas, no están siendo comercializados por el Instituto de Competitividad Empresarial por dos motivos principales, según explican a este diario fuentes de la Consejería de Economía, de la que depende ese organismo encargado de la gestión del suelo industrial de la región. Por un lado, va a llevarse a cabo una reestructuración de la distribución actual de las parcelas. Por otro, porque todavía no está lista la instalación eléctrica imprescindible para que cualquier empresa pueda desarrollar su actividad. No obstante, aclaran, la obra que dotará de infraestructura eléctrica la segunda fase de Vicolozano ha sido licitada y está redactándose el proyecto, que incluye una subestación eléctrica y varias unidades de transformación. Esta infraestructura dotará al polígono de «alta capacidad de consumo eléctrico» precisamente porque «la demanda» será muy elevada debido a que esa instalación abastecerá de energía eléctrica la nave logística asociada al Parque de Proveedores de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi que el propio Instituto para la Competitividad Empresarial de la Junta construirá en Vicolozano sobre un terreno de 70.000 metros cuadrados con una inversión pública de 20 millones.

Desde la Consejería de Economía se defiende que si la segunda fase de Vicolozano no se ha puesto a disposición de las empresas es porque, pese a los años transcurridos, es un «polígono en construcción» que «se está rematando ahora» con la próxima obra de instalación eléctrica porque, pese a «estar urbanizado y con las acometidas de servicios básicos hechas», la quiebra de la empresa constructora lo dejó en una situación de transitoriedad que no ha podido resolverse en este tiempo por razones de «seguridad jurídica» y de cumplimiento de los plazos que exige «un sistema garantista».

La segunda fase del polígono, por tanto, no podrá ser recepcionada por el Ayuntamiento de Ávila hasta que no se dé por concluida, lo que implica finalizar las obras de suministro de servicios imprescindibles que ocho años después siguen pendientes, aunque parece que en los últimos meses están dándose avances que no se dieron en todo este tiempo. Al menos sobre el papel y aunque sea impulsado por un proyecto de prioridad industrial como el de Nissan.