De la dictadura a la democracia, «sin ajustes de cuentas»

M.M.G.
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José Bono inaugura en el Museo de Adolfo Suárez y la Transición el curso de la UNED '40 años después del 28-0. Cómo ha cambiado España'

De izquierda a derecha, Pedro Muñoz, José Bono e Isidro Sepúlveda, este miércoles, en el MAST de Cebreros. - Foto: Elena Rodríguez

El que fuera, entre otros muchos cargos públicos, presidente autonómico, ministro socialista y presidente del Congreso de los Diputados José Bono pronunciaba este miércoles la ponencia inaugural del curso '40 años después del 28-0. Cómo ha cambiado España', un seminario que la Universidad Nacional a Distancia (UNED) ha querido llevar a Cebreros, tierra natal de AldolfoSuárez, primer presidente de la democracia, coincidiendo con el 40 aniversario de la victoria del PSOE.

Y era precisamente recordando la figura de Suárez como Bono quiso comenzar sus declaraciones ante los medios allí reunidos. 

«Ilusionado», el político manchego aseguraba haber acudido a Cebreros «como homenaje a quien nunca voté, a quien critiqué y al que también tuve la oportunidad de mostrarle mi afecto personal».

«No tratamos a Adolfo Suárez cuando tenía las mayores responsabilidades políticas con la generosidad que merecía un personaje de la Historia de España que actuó con inteligencia, con sagacidad y con astucia para hacer algo que parece un milagro laico: nos ayudó de manera determinante a pasar de la dictadura a la democracia», decía. 

Y como no podía ser de otra manera encontrándose en el Museo de Adolfo Suárez y la Transición, Bono echaba la mirada atrás para reflexionar sobre una época en la que él jugó un papel político activo, desde su tarea en la unidad del Partido Socialista Obrero Español y el PartidoSocialista Popular, «el de Enrique Tierno Galván», en el que él militaba, a su papel en los primeros compases de Felipe González como presidente elegido por mayoría absoluta.

«Me correspondió trabajar en aquella actividad», decía en referencia al primer aspecto, «y luego colaboré de manera integrada en el éxito que hoy se evoca en Cebreros, con las elecciones de 1982».

En cualquier caso, para Bono lo verdaderamente importante de la Transición no fue tanto su fecha de comienzo o final, sino que «supimos pasar de la dictadura a la democracia si ajustarnos las cuentas, como hoy algunos quisieran que hubiéramos hecho».

En este sentido, explicaba el ponente, aquellos que participaron activamente en la Transición no querían echar la vista atrás. «Nos importaba mucho el bienestar y la libertad, porque habíamos padecido su ausencia durante muchos años», reflexionaba en alta voz.

De hecho, confesaba, si de algo puede sentirse orgulloso a día de hoy cuando repasa toda su actividad política «es de haber sido generoso pudiendo haber levantado una bandera justiciera. Pero los españoles, todos, estuvimos a la altura».

En este sentido, Bono ponía como ejemplo cómo Enrique Tierno Galván «no dejó de alabar lo que los procuradores en cortes franquistas hicieron aprobando aquel arakiri que se hicieron con la Ley de la Reforma Política que la oposición democrática no votamos en un referéndum en el que los españoles nos dieron una lección. Todos los días hay que aprender».

Una lección, que cerraba sus palabras, en la Transición vino envuelta desde su comienzo en este mensaje: la verdad no es exclusiva de nadie. «Como decía Machado», poetizaba, «la verdad hay que buscarla juntos, y la nuestra, de vez en cuando, hay que guardársela».

Acompañando a Bono como anfitrión se encontraba Pedro Muñoz, alcalde de Cebreros, para el que el socialista «es un ejemplo de ganar elecciones. Porque de qué nos vale hacer ningún gesto político si no somos capaces de tener el reconocimiento de aquellos que son el objeto de nuestra acción, que son los ciudadanos». Ademas, valoró su entrega al servicio público. «Y los españoles tenemos mucho que agradecerle en muchos momentos de la historia», recalcaba Muñoz.