La diócesis se suma a la celebración del Día del Enfermo

M.M.G.
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Este viernes tendrá lugar una jornada preparatoria, que incluye, entre otros actos una conferencia y la presentación del mensaje de Papa y el día 11, el administrador diocesano presidirá una eucaristía

La diócesis se suma a la celebración del Día del Enfermo

El 11 de febrero se celebra la XXI Jornada Mundial del Enfermo, con motivo de la festividad de la Virgen de Lourdes. Y la diócesis de Ávila se unirá a la celebración con una jornada que incluirá una eucaristía presidida por el administrador diocesano de Ávila, Jesús García Burillo (a las 12,00 horas en la iglesia episcopal de San Ignacio)

Pero antes del día 11, la diócesis vivirá este mismo viernes una jornada preparatoria.

La misma arrancará a las 17,30 horas en el salón de actos delConvento de La Santa con la ponencia 'Dolor y sufrimiento', a cargo de José Luis Redrado Marchite, secretario emérito del Pontificio Consejo Pastoral de la Salud. Tras la misma, el sacerdote de la diócesis de Tarazona Rudesindo Delgado Pérez presentará el mensaje redactado por el Papa Francisco para la ocasión. Y a continuación, se presentarán los libros 'Id y curad enfermos' y 'Cercanos a los que sufren'.

La jornada de preparación concluirá con una eucaristía en La Santa, válida para ganar la indulgencia del Año Jubilar Teresiano.

Como avanzábamos, la jornada de preparación para la celebración del Día Mundial delEnfermo servirá para presentar en Ávila la carta redactada por el Papa Francisco para esta ocasión.

En la misma, el Pontífice arranca sus palabras recordando que «la enfermedad forma parte de nuestra experiencia humana. Pero si se vive en el aislamiento y el abandono, si no va acompañada del cuidado y de la compasión, puede llegar a ser inhumana».

«La Jornada Mundial del Enfermo, en efecto, no sólo invita a la oración y a la cercanía con los que sufren», prosigue. «También tiene como objetivo sensibilizar al pueblo de Dios, a las instituciones sanitarias y a la sociedad civil sobre una nueva forma de avanzar juntos». Y recurre a la parábola del buen samaritano de Lucas: «la posada, el posadero, el dinero, la promesa de mantenerse mutuamente informados (cf. Lc 10,34-35): todo esto nos hace pensar en el ministerio de los sacerdotes; en la labor de los agentes sanitarios y sociales; en el compromiso de los familiares y de los voluntarios, gracias a los cuales, cada día, en todas las partes del mundo, el bien se opone al mal».

«Los años de la pandemia han aumentado nuestro sentimiento de gratitud hacia quienes trabajan cada día por la salud y la investigación», se refiere a los sanitarios. «Pero, de una tragedia colectiva tan grande, no basta salir honrando a unos héroes. En su opinión, «es necesario que la gratitud vaya acompañada de una búsqueda activa, en cada país, de estrategias y de recursos».