Tiempo para la fiesta y la reivindicación

M.M.G.
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La FAVA recuperó el Día delVecino con una comida para mil personas en el Soto y en la que se reivindicó la labor de las asociaciones de vecinos y se plantearon sus principales quejas

Tiempo para la fiesta y la reivindicación - Foto: David Castro

Hacía calor. Mucho. Tanto que se rozaban los 40 grados en ElSoto. Pero eso no fue impedimento para que unas mil personas (algo menos que en ediciones anteriores, eso sí) se reunieran este sábado en el parque del Soto para celebrar un nuevo Día delVecino, la tradicional cita organizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Ávila (FAVA), que después de dos años de parón a causa de la pandemia tenía muchas ganas de recuperar la fiesta.

Siempre buscando la sombra pero con muchas ganas de disfrutar de la compañía de los amigos, los abulenses se sumaron a la edición número 23 de un Día delVecino marcado, como suele ser habitual, por las reivindicaciones planteadas desde la FAVA, en esta ocasión, puestas en la voz de Marcos Serrano, secretario de la entidad. «Son reivindicaciones manidas y recurrentes», lamentaba Serrano respecto a unas quejas que, decía, tienen que repetir año tras año al no verse resueltas.

El problema del transporte urbano y el de las comunicaciones de la ciudad con el resto de provincias; la «grave falta de industria y de oportunidades laborales» para los jóvenes; el envejecimiento de la población; el mal estado de muchas de las instalaciones deportivas y culturales de la capital; el abandono de las sedes de las propias asociaciones de vecinos, «descuidadas, con falta de mantenimiento o, incluso, cerradas»... Fueron algunas de las quejas que Serrano no tenía problema en exponer delante de las autoridades presentes en el Soto: desde la diputada nacionalAlicia García al delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, pasando por José Ramón Budiño, teniente de alcalde o Eduardo Duque, en representación de la Diputación Provincial, entre otros muchos.

Todos ellos, como manda la tradición, se colocaron el delantal y los guantes para servir a los vecinos las tradicionales patatas revolconas, que supieron a gloria después de aguardar al sol para llevarlas a la mesa.

La jornada estuvo amenizada con la gaitilla y el tamboril del grupo 'Aires de la Moraña, y con hinchables para los pequeños.