Los municipios de la zona sur de la provincia, el Tiétar especialmente y Candeleda, muy concretamente, se despertaron el miércoles con la vista puesta en el cielo y en el regreso de las precipitaciones que además llegaban acompañadas de otro aviso amarillo. Desde luego que en los primeros compases del día pudieron despejar el nerviosismo con el que se habían acostado el día anterior, pues parecía que no iban a ir a más las inundaciones en las calles, los daños en infraestructuras y especialmente en caminos y la estampa que dejaba la garganta en la jornada del martes. En este sentido parecía que todo recuperaba cierta normalidad.
Puestos en contacto con el alcalde de la localidad, con Carlos Montesino, pudimos comprobar esa cierta calma que llegaba ante un nuevo día en el que el cielo dejó de enviar agua en la enorme cantidad que lo había hecho anteriormente.
Había daños, sobre todo en esos caminos, pero al menos «la garganta va por su cauce». Eso fue así porque el agua dio una tregua y a las nueve de la mañana no se había recogido ni medio litro de agua por metro cuadrado. Hasta las 13 horas eran 4,4 los litros y 8,2 litros hasta las 15 horas; ahora bien una hora después ya eran casi 15 litros, casi el doble, y al final de la tarde se llegó a los 17 litros.De hecho para entonces había llovido más en la zona del Puerto del Pico, con 23,6 litros (la mayor precipitación en Castilla yLeón). Lluvia sí, pero no como en días anteriores. Recordemos que el martes Candeleda sobrepasó los 60 litros y el lunes llegaron a 75.
Dicho esto no se podían despistar porque tenían sobre sus cabezas un aviso amarillo por fuertes lluvias (al igual que en todo el sur de la provincia), no en vano se podrían acumular otros 40 litros por metro cuadrado más en 12 horas (08.00 a 23.59 horas). Además, los chubascos podrían ser fuertes en algunos momentos, de forma que en una hora las nubes podrían descargar desde mediodía hasta 15 litros por metro cuadrado en estas zonas. En este caso este fenómeno se podía producir a partir de las 12 horas y hasta las 22.
Candeleda fue una de las damnificadas por el agua, pero hubo otras zonas afectadas, por ejemplo en la Moraña, en una de sus vías. De hecho la crecida del río Zapardiel cortó al tráfico en la tarde del martes la AV-P-139, de Bercial de Zapardiel a Madrigal de las Altas Torres. En aquel momento desde la Diputación se anunció la pertinente actuación en la vía en la mañana de miércoles. Los trabajos de drenaje de la balsa de agua que la lluvia provocó entonces dieron resultados y desde la institución provincial anunciaron su reapertura con la pertinente señalización a primera hora de la mañana.
cauces. La Confederación Hidrográfica delDuero decidió el martes extremar la vigilancia en algunos ríos abulenses, tales como el Voltoya, el Adaja y el Alto Tormes. En principio sin alarma y ayer resultó lógico que no se decretara pues en general todos fueron a la baja tanto en el caudal como en el nivel. Por ejemplo en el Alto Tormes a su paso por El Barco de Ávila el nivel que el martes alcanzó los 2,7 metros ayer se quedó en 2,5 y el caudal pasó de los 225 metros cúbicos por segundo a 197. También bajaron nivel y caudal en este río a su paso por Hoyos del Espino. Sólo el Adaja a su paso por la capital iba con más agua que el día anterior superando el metro y medio de nivel y los 17 metros cúbicos, cuando el día anterior eran de 1,3 y de 11,34 metros cúbicos respectivamente.
En la zona del Tiétar, ahora ya en la cuenca del Tajo, por la tarde sus ríos presentaban buena evolución respecto al día anterior. En Navaluenga el Alberche tenía poco más de un metro de nivel (el día anterior 1,4) y el caudal bajó de 77 metros cúbicos a 47,6.En Arenas el Arenal también bajó de 1,3 metros a 1,27 y de 43 metros cúbicos a 33,36. Yen el caso del río Tiétar en Arenas bajó 80 centímetros su nivel hasta los 1,57 metros y los metros cúbicos de 187 a 68.
Eso fue ayer, habrá que seguir observando.