El espíritu de Víctor Jiménez, siempre presente

M. Espeso
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El mundo del ciclismo y la ciudad rindieron un sentido homenaje al ciclista abulense fallecido en 2010 en Cantabria, cuyo recuerdo se mantendrá vivo con la escultura inaugurada este viernes en la rotonda de los Cuatro Postes

Inauguración de la escultura en recuerdo de Víctor Jiménez. - Foto: Antonio Bartolomé

Con una mezcla de profundos sentimientos, entre el dolor y la alegría, la emoción y el agradecimiento, quedó inaugurada este viernes en la nueva rotonda de los Cuatro Postes la escultura que recordará para siempre al ciclista abulense Víctor Jiménez Garcinuño, tristemente fallecido en julio de 2010 en la localidad cántabra de Cos cuando, tras abandonar una prueba, fue arrollado por un vehículo que se dio a la fuga.

El mundo del ciclismo provincial, la ciudad de Ávila y sus familiares y amigos rindieron un sentido homenaje al joven natural de Cardeñosa, en palabras de su padre, Teodoro Jiménez, “un buen deportista, un buen amigo, un buen hijo y, en definitiva, un hombre bueno”. Una escultura que recoge su espíritu como persona y ciclista, obra del abulense Alberto Esteban, será el elemento que, desde un emplazamiento por el que pasaba a diario, mantenga viva su memoria y “la de todos los ciclistas que dejaron su vida en la carretera, que entregaron lo más preciado que tenían”, explicó su padre.

Con la presencia de sus familiares y amigos, numerosos ciclistas abulenses, miembros de los clubes en los que militó y los representantes de las instituciones y organizaciones que han impulsado la iniciativa, el Velo Club Ávila y también la Asociación de Ciclismo Abulense y el Ayuntamiento (cedió la rotonda), el homenaje consistió en un sencillo acto iniciado con el descubrimiento de la obra por la madre y la novia del ciclista. Las palabras de la teniente de alcalde de Cultura, Educación y Deportes del Consistorio, Sonsoles Sánchez Reyes, del padre del joven, Teodoro Jiménez, y del veterano ciclista Julio Jiménez, como representante del ciclismo provincial, trasladaron al público asistente el sentido de la iniciativa y el sentimiento de cariño hacia un joven cuya vida no quedará en el olvido.

El párroco de Cardeñosa, Gregorio Hernández, bendijo la escultura, que recibía el primer ramo de flores de la familia. La música acompañó a la obra, las palabras y las flores. La Banda Municipal de Ávila entonó la marcha compuesta por su director, Juan Carlos de la Fuente, en honor a Víctor Jiménez, quien también había pertenecido a esta agrupación.

La obra. Nacido en Ávila, licenciado en Bellas Artes y profesor de dibujo en Guadalajara, Alberto Esteban ha diseñado una escultura que, además de reflejar el espíritu de Víctor como persona y ciclista, pudiera transmitir un “cierto carácter espiritual que llevara implícita la idea de trascendencia”. Las formas que representan el esquema de la figura del ciclista están moduladas para dar sensación de ligereza y están creadas a partir de los enlaces de un solo elemento, la circunferencia, representante de la rueda. De esta manera hombre y objeto se funden en una misma representación, explicó el artista.