Asegurar un marco laboral estable "para todos", lo que incluye a la población inmigrante, apostar por pueblos "cosmopolitas" que resulten atractivos para los residentes, superar las "grandes diferencias provinciales" en cuanto a oportunidades laborales y formativas y a las infraestructuras terrestres y ferroviarias y establecer un "buen diagnóstico que visibilice y cuantifique la pérdida de población para buscar soluciones al reto demográfico" son algunas de las conclusiones expuestas por Comisiones Obreras de Ávila a raíz de la publicación de un nuevo número del Observatorio Sindical de las Migraciones en Castilla y León. Un documento que vuelve a reflejar el avance de la despoblación en la provincia de Ávila y en Castilla y León, por el envejecimiento, la baja natalidad y la marcha de muchos jóvenes, y donde se destaca como positiva la llegada de los extranjeros porque "rejuvenecen la población", al ser más jóvenes y tener más hijos. Lo explicaron Sonsoles García, responsable de Migraciones en CCOO Ávila, y Sara Doval, técnico del Centro de Información al Trabajador Extranjero (CITE) de Ávila, el cual amplía su alcance en la provincia al pasar a prestar servicio los jueves en Arévalo.
El observatorio de CCOO recoge que Castilla y León ha perdido un 20% de población desde 1959 y que, según la estimación del INE, lo hará un 10% más en los próximos 15 años, siendo Ávila "la sexta provincia de España que más va a perder", subrayó Doval. El saldo interautonómico es negativo, de más de 4.000 personas en 2018, y la región es, junto a Andalucía, la comunidad "donde más gente se va". Las personas de nacionalidad española protagonizan más desplazamientos, pero proporcionalmente hay más migraciones de personas nacidas en otros países. En cuanto a los destinos, por orden de salida se encuentran Madrid, País Vasco, Cataluña y Andalucía. Desde las provincias de Castilla y León el destino provincial principal es Madrid, y en el caso de Ávila también se suman Salamanca, Toledo, Valladolid y Segovia.
En cuanto a la movilidad laboral, las personas con educación superior tienen la mayor tasa de movilidad (14%), mientras que por sectores destacan la agricultura y la construcción. Todas las provincias de CyL tienen una tasa de movilidad superior a la media de España y Ávila "es la que tiene una mayor tasa".
Respecto a las migraciones exteriores, el número de personas españolas que salen de Castilla y León al extranjero se cuadriplica de 2008 a 2015 y el número de personas extranjeras que salen es más alto, pero va disminuyendo. Frente a ello, la crisis también "repercutió en la entrada de personas extranjeras", con un máximo histórico en 2007. La respuesta, para la técnico del CITE, está en "las peores condiciones laborales" de los trabajadores extranjeros y en la existencia de "segregación", al concentrarse en el trabajo doméstico, la agricultura, los ciudados a dependientes, la hostelería, la construcción o el transporte, es decir, "trabajos esenciales a los que se tiene que dotar de derechos" porque en muchos casos "hay necesidades básicas" y el empresario se "aprovecha de situaciones de debilidad". Según el citado estudio, la comunidad pierde población porque los jóvenes se van a otras comunidades y los mayores de 30 años se van al extranjero.
Conclusiones
Sonsoles García se centró en exponer las principales conclusiones, las cuales pasan por regular las condiciones laborales porque "la posibilidad de movilidad es mayor hoy que nunca, a excepción de esta época de pandemia", y "no podemos ofrecer a otros los trabajos que nosotros no queremos". "Hay que asegurar un marco laboral estable para todos y todas y las personas migrantes deben incorporarse al trabajo en iguales condiciones que los nativos", señaló.
Además, "Afrontar el reto demográfico pasa porque vengan personas a establecerse y necesitamos municipios cosmopolitas, no sólo las ciudades, también los pueblos", destacó la responsable de Migraciones, quien abogó por corregir el desequilibrio territorial dentro de Castilla y León, por entender que "fomenta las migraciones internas". En este sentido, explicó que las infraestructuras generan corredores de movilidad laboral y en Ávila "estamos afectados por la AP-6, conexiones ferroviarias deficientes y la falta de autovía hacia Toledo".