«El amor en la literatura es un tema inagotable»

D. Casillas
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El narrador oscense Manuel Vilas cerró el ciclo 'Literarios' de Fundación Ávila presentando su novela 'Los besos', una trama sostenida sobre la relación que viven dos personas adultas en los peores meses de la pandemia

El poeta y narrador Manuel Vilas cerró este lunes el ciclo 'Literarios' 2021-2022 de Fundación Ávila, coordinado por Gemma Orgaz, con la conferencia aplazada el día 17 de enero, una charla titulada 'Amor y literatura' que encontró buen acomodo, por su contenido, en el día que se celebra al símbolo más tópico del enamoramiento.

Manuel Vilas acudía a esta invitación para hablar de su última novela publicada, Los besos, un libro sobre el amor que, comentó, «curiosamente vengo a hablar de él el día de San Valentín; es curioso que la recuperación de la cita caiga en esta fecha, la vida está llena de azares bonitos».

Sobre la génesis de Los besos comentó su autor que «estaba intentando escribir una novela de amor,  me encontré en mitad de la pandemia y usé esta circunstancia tan difícil como contexto de la obra; la llevaba en la cabeza desde antes, pero como estaba viviendo la pandemia no me salía quitarle ese contexto».

El «protagonista de la novela es el amor», explicó Vilas, «que llega de la mano de un encuentro entre un hombre y una mujer propiciado por la pandemia. Él es un jubilado de la enseñanza por un problema neurológico que se va a la sierra de Madrid, a una casa de campo, y allí le coge el confinamiento; va a comprar a una tienda de alimentación del pueblo y allí se encuentra con una mujer quince años menor que él de la que se enamora nada más verla».

Ambos protagonistas «se hacen compañía en dos ámbitos, primero en la soledad de sus vidas, y luego también en la soledad que en esos momentos está viviendo el mundo», para venir a crear su historia una especie de «tesis muy sencilla que es algo que todos sabemos y que la literatura a veces recuerda: que en momentos de crisis, donde hay una desgracia colectiva, una adversidad, el amor es una tabla de salvación, es el único sitio en el que puedes encontrar cobijo, un sentido a la vida, y eso es lo que ellos están buscando, un sentido, una ilusión para seguir vivos y viviendo».

Manifestó Vilas su convencimiento de que «al amor, por mil veces que se trate en literatura, siempre hay una forma nueva de abordarlo, es un tema inagotable, llevamos 3.000 años de civilización occidental y el amor sigue siendo protagonista. En cincuenta años ha habido un progreso tecnológico tremendo, y sin embargo en cuestiones sentimentales cuesta mucho cambiar; que la gente se enamore sigue siendo motivo de felicidad, de alegría y también de angustia y a veces de terror».

En esencia, siguió, «el amor es un campo abierto lleno de imprevistos; yo siempre digo que el ser humano que resuelve su vida amorosa tiene el 95% de su vida resuelta, el 5% que le queda es ya solo buscar un buen trabajo y poco más». Y además, añadió, «creo que eso ocurre en todas las edades, y ahí la novela incide en dos enamorados maduros; socialmente, aunque cada vez menos, el amor entre personas maduras está como mal visto o a veces cercano a tildarse de ridículo o infantil, y no tiene que ser así, porque los seres humanos tienen derecho a conectarse con el amor siempre que puedan».