La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sitúa a Castilla y León en el vagón de cola del país en cuanto a la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de cara al año 2023, dado que el 0,6 por ciento de subida estimada en este parámetro en la Comunidad solo supera los aún más exiguos crecimientos de Murcia (0,4 por ciento) y País Vasco (0,5 por ciento).

Lo mismo sucede con la tasa de variación del empleo, donde a pesar de subir tres puestos con respecto a la tabla del PIB, Castilla y León se mantiene en un discreto undécimo lugar con un 0,3 por ciento estimado de crecimiento, tan solo por delante de las caídas en el empleo de Asturias, Navarra y País Vasco (-0,1 por ciento), del cero por ciento de Aragón, y del muy tímido crecimiento en Galicia (0,2 por ciento).

Por el contrario, Baleares lidera la estimación de crecimiento del PIB con un 4,7 por ciento, seguido del 2,5 por ciento de subida en Cataluña, el 1,9 por ciento de la Comunidad Valenciana, el 1,7 por ciento de Asturias y del 1,5 por ciento de crecimiento que presentan Canarias y La Rioja, y que coincide con la media nacional.

De igual forma sucede con el empleo, donde Baleares ocupa el primer lugar con un crecimiento esperado en 2023 del 1,9 por ciento, situándose tras ella la Comunidad Valenciana (+1,2 por ciento), Canarias y Cataluña (+1,1 por ciento).

Así figura en el Observatorio interactivo de Comunidades Autónomas de la AIReF, consultado por Ical y actualizado con nuevos indicadores de gastos e ingresos que permiten determinar la posición de cada autonomía en relación con el resto con homogeneidad competencial, permitiendo así comparar las variables con series debidamente homogeneizadas.

La previsión de deuda sitúa a Castilla y León en décimo lugar, con un 20,4 por ciento sobre el PIB según la estimación de la AIReF, lejos del 43,9 por ciento de la Comunidad Valenciana o del 34,3 y 34,1 por ciento de Murcia y Castilla-La Mancha, respectivamente, pero también alejada del menor endeudamiento de Canarias o el País Vasco, con apenas un 11,8 por ciento de deuda sobre el PIB.

En cuanto a la capacidad o necesidad de financiación, Castilla y León se situará en el lado del superávit con un 0,3 por ciento sobre el PIB en 2023, según la previsión de la AIReF, situándose tan solo por detrás de Canarias (1,1 por ciento), Baleares (0,6 por ciento) y Asturias y Galicia (0,4 por ciento). Por el contrario, Murcia contará con un déficit del 1,4 por ciento, la Comunidad Valenciana del 1 por ciento y Cataluña del 0,5 por ciento.

Por último, la variación del gasto computable a efectos de la Regla de Gasto se sitúa en un 4,4 por ciento en Castilla y León, lo que la sitúa en cuarto lugar por la cola solo por delante de Castilla-La Mancha (3,1 por ciento), Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana (3,2 por ciento). Por el contrario, lideran el conjunto nacional Navarra, con un 10 por ciento, según la estimación de la AIReF para 2023, y Baleares, con un 9,8 por ciento.

En la media de gasto en servicios públicos fundamentales

La comparativa de la AIReF también permite establecer comparativas entre las Comunidades Autónomas en relación a los ingresos y gastos del último ejercicio finalizado, en 2021, en la que Castilla y León se sitúa en el entorno de la media autonómica en relación al gasto en servicios públicos fundamentales, con 3.106 euros per cápita frente a los 3.197 euros por habitante calculados como media de las autonomías.

De hecho, en relación a cada servicio por separado, Castilla y León tiene una coincidencia del cien por cien con respecto al gasto medio de las comunidades en servicios sociales, distanciándose tres puntos por encima de la inversión en Sanidad aunque quedándose nueve puntos por debajo del gasto medio en Educación.

La distancia entre el gasto de la Comunidad en servicios públicos fundamentales con la media autonómica es similar en relación al conjunto del denominado por la AIReF "gasto primario", donde Castilla y León se queda en 2021 en 4.054 euros per cápita frente a los 4.110 euros por habitante de la media de las Comunidades Autónomas.

En cuanto a los ingresos, la Comunidad autónoma castellana y leonesa recibe 3.055 euros per cápita, alejados muy ligeramente de los 3.032,65 euros de la media autonómica, siendo junto a Aragón y Asturias la que más se acerca a dicha media. Su capacidad tributaria, no obstante, es de apenas el 0,32 por ciento del PIB, tan solo por delante de Madrid (0,07 por ciento) y de Canarias (0,3 por ciento), y lejos en todo caso del 0,63 por ciento sobre el PIB de la media autonómica. Los beneficios fiscales, sin embargo, son superiores a la media, del 0,65 por ciento, al presentar un porcentaje del 0,7 por ciento sobre el PIB en Castilla y León.